Jornada laboral de 40 horas será la reforma más grande de los últimos años, según especialistas
Fuentes subraya que más del 90% de los trabajadores mexicanos carecen de organización sindical y contrato colectivo, lo que los deja desprotegidos frente a abusos como el incumplimiento de jornadas y la negación del pago por horas extra.
CDMX.— México avanza hacia una de las reformas laborales más ambiciosas de las últimas décadas: la reducción de la jornada laboral a 40 horas semanales, un cambio que, de forma gradual, se concretará en 2030.
Aunque aún no se conocen todos los detalles de su implementación, la dimensión del cambio es profunda, y tanto especialistas como empresarios ya anticipan los desafíos y oportunidades que representa.
Una deuda histórica con los trabajadores
Actualmente, la jornada laboral en México es de 48 horas semanales, una de las más extensas del mundo. Para Manuel Fuentes Muñiz, doctor en Derecho y especialista en derecho laboral, esta reforma es significativa, pues responde a una deuda histórica con los trabajadores, que durante décadas han enfrentado condiciones adversas, salarios bajos y escasa protección sindical.
Fuentes subraya que más del 90% de los trabajadores mexicanos carecen de organización sindical y contrato colectivo, lo que los deja desprotegidos frente a abusos como el incumplimiento de jornadas y la negación del pago por horas extra. “Una norma que no se vigila, no se cumple”, advierte. Por ello, la vigilancia estatal y la inversión en inspección laboral serán cruciales, especialmente a nivel local.
Además, señala que muchos trabajadores aceptan largas jornadas para compensar salarios insuficientes, por lo que la reducción de horas no debe ir acompañada de una reducción salarial. “La clave es que esta reforma venga acompañada de la dignificación del salario y del trabajador”, puntualiza.
Un cambio transversal para el mundo laboral
Por su parte, Diego García Saucedo, socio director de García Velázquez Abogados, considera que esta será la reforma más trascendente del sexenio. “Todo el mundo se verá afectado: desde quienes trabajan en oficinas hasta los sectores industriales y turísticos”, comenta.
La reducción a 40 horas impactará directamente la operación diaria, la productividad, los tiempos de descanso y los costos de personal.
Para mitigar estos efectos, García Saucedo recomienda a las empresas comenzar pruebas piloto desde ahora, como extender los tiempos de comida, escalonar horarios de entrada y salida, o reorganizar turnos. “El 2030 va a llegar, y las empresas tienen ese límite. Si no hacen pruebas reales hoy, se verán forzadas a improvisar después”, advierte.
En sectores como el manufacturero y el turismo, donde la operación es continua, los impactos serán mayores.
Por eso, dice, es indispensable comenzar desde ahora a diseñar estrategias sostenibles, que incluyan el pago de horas extras, nuevos esquemas de trabajo y contratación de personal adicional si es necesario.
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No basta con reformar: hay que aplicar y proteger
Más allá del papel, el éxito de esta reforma dependerá de su aplicación efectiva y equitativa. Para que no se convierta en una medida simbólica o meramente política, los expertos coinciden en que el gobierno deberá aumentar el presupuesto destinado a inspección laboral, garantizar la no reducción de salarios y fomentar la organización sindical.