Universidades podrán vender comida chatarra en sus campus; jueces frenan restricciones

Los tribunales federales permitieron que diversas instituciones de educación superior en la Ciudad de México, como el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), la Universidad Panamericana (UP), la Universidad Iberoamericana (Ibero) y el Tecnológico de Monterrey, continúen vendiendo productos de alto contenido calórico en sus instalaciones.

Las universidades argumentaron que su comunidad estudiantil está compuesta por adultos que tienen la capacidad de decidir sobre su alimentación. Como resultado, obtuvieron suspensiones judiciales que les permiten operar cafeterías y vender productos como refrescos, café y otros alimentos que, según los lineamientos gubernamentales, no favorecen la salud.

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Las universidades impugnaron las restricciones

Las instituciones afectadas señalaron que cuentan con contratos vigentes con empresas que operan cafeterías dentro de sus instalaciones y que ofrecer una variedad de opciones alimenticias es un servicio necesario para los estudiantes. En el caso del ITAM, sus abogados argumentaron que la prohibición podría afectar la operación de estos negocios, además de que la ley no debería limitar la libertad de elección de los adultos.

El fallo judicial destacó que, aunque el Estado tiene interés en promover la salud pública, el derecho al libre desarrollo de la personalidad permite que las personas decidan qué consumir. Además, se mencionó que restringir la venta de ciertos alimentos dentro de las universidades podría llevar a los estudiantes a buscarlos fuera del campus, sin lograr el objetivo de la medida.

¿Qué opinan las autoridades sobre esta decisión?

La Secretaría de Educación Pública (SEP) intentó evitar que se concedieran las suspensiones, argumentando que las nuevas reglas buscan mejorar la salud pública y prevenir enfermedades como la obesidad. La dependencia sostuvo que estas disposiciones tienen un interés social y que su aplicación no debe verse como una afectación económica a los negocios que operan dentro de las universidades.

Sin embargo, los jueces determinaron que las restricciones no son aplicables a instituciones donde la mayoría de los estudiantes son adultos. En casos donde haya estudiantes de educación media superior dentro del mismo plantel, se estableció que los comercios deben implementar medidas para evitar la venta de estos productos a menores de edad.

A pesar de las suspensiones obtenidas, el debate sobre la regulación de la venta de alimentos en universidades continúa en tribunales.

Empresas, universidades y autoridades federales siguen presentando argumentos ante distintos tribunales colegiados en materia administrativa para definir si estas suspensiones se mantendrán o si los lineamientos entrarán en vigor en todas las instituciones de educación superior.

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