Así se instaló el Congreso de la Nación: Se lleva a cabo la toma de protesta de Claudia Sheinbaum

México.- La mañana del 1 de octubre de 2024, el Congreso General de México se convirtió en el escenario histórico donde Claudia Sheinbaum Pardo fue investida como la primera presidenta del país, marcando un hito significativo en la política mexicana.

La sesión, presidida por el diputado Sergio Carlos Gutiérrez Luna (Morena), dio inicio poco después de las 9:00 horas, con la confirmación de la presencia de 458 diputados y 118 senadores. El ambiente estaba cargado de entusiasmo, especialmente entre los legisladores del partido oficialista, que vitoreaban “presidenta” en reconocimiento a la nueva líder del país.

Un momento de sororidad y reconciliación

Durante la sesión, la diputada Ivonne Ortega Pacheco, en representación del grupo parlamentario de Movimiento Ciudadano, ofreció un discurso significativo donde enfatizó la importancia de la sororidad en la nueva etapa política que se inicia con la presidencia de Sheinbaum. Ortega Pacheco destacó que la elección de una mujer al más alto cargo del país simboliza un avance crucial hacia un futuro más igualitario.

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“Hoy México tiene en Claudia Sheinbaum a la primera presidenta de la República. Y eso tiene que significar mucho en los años por venir”, afirmó con convicción.

La diputada expresó su disposición a colaborar con el nuevo gobierno, asegurando que en Movimiento Ciudadano se encontraría “sororidad, pero no complicidad”, y subrayó la importancia del diálogo y el respeto en la política. Este mensaje de apoyo y compromiso resuena en un contexto en el que las mujeres están reclamando cada vez más su lugar en la esfera política, y la presencia de Sheinbaum en la presidencia representa un paso firme hacia la igualdad de género.

La necesidad de consensos

El senador Alejandro Moreno Cárdenas, líder nacional del PRI, también tomó la palabra durante la sesión para hacer un llamado a la nueva administración a respetar la Constitución y preservar la República. Su intervención se centró en la necesidad de establecer consensos y mantener un equilibrio de poderes en el gobierno, resaltando que “no hay República sin consensos, sin igualdad, sin seguridad y sin libertad”.

Moreno Cárdenas criticó las reformas constitucionales implementadas por el gobierno saliente, que, según él, han debilitado los pesos y contrapesos entre los diferentes poderes del Estado.

Al señalar que, a pesar de la popularidad del gobierno actual, esta se fundamenta en un modelo que carece de transparencia, instó al nuevo gobierno a corregir el rumbo y a evitar el uso del poder para dividir y sembrar discordia.

El llamado a la reconciliación y a la unidad resuena con la propuesta de Ortega Pacheco, señalando que, aunque hay críticas al pasado, el nuevo gobierno debe centrarse en construir un México más cohesionado y democrático. En este sentido, la responsabilidad de Sheinbaum es monumental, ya que deberá navegar en un ambiente político fragmentado, pero lleno de expectativas.

Un futuro incierto pero esperanzador

La toma de protesta de Claudia Sheinbaum no solo marca un cambio en la administración del país, sino también un cambio cultural en la política mexicana. Su ascenso a la presidencia es un símbolo de esperanza para muchas mujeres y jóvenes que buscan una representación auténtica en el liderazgo nacional. Sin embargo, los desafíos son significativos. Sheinbaum deberá enfrentar un contexto complicado, con exigencias sociales y económicas que demandan atención inmediata.

Como la primera mujer en ocupar la presidencia de México, Sheinbaum se encuentra en una posición única para impulsar políticas que promuevan la equidad de género, la justicia social y la sostenibilidad ambiental. Su liderazgo será evaluado no solo por su capacidad para gobernar, sino también por su compromiso con la inclusión y el respeto hacia todos los sectores de la sociedad.

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La historia de Claudia Sheinbaum como presidenta de México está apenas comenzando, y su gestión será un testimonio de cómo se pueden romper barreras y establecer un nuevo paradigma en la política del país. Con el respaldo de una parte del Congreso y la esperanza de muchos ciudadanos, el futuro de México bajo su liderazgo promete ser un capítulo fascinante en la historia del país.