La alerta de un megaterremoto para Baja California: “Sismos de magnitud superior a 7 grados aproximadamente cada 15 años”
La península de Baja California es una región en constante movimiento, con una historia geológica que sugiere que los sismos de gran magnitud son inevitables.
La península de Baja California, una vasta extensión de tierra que se adentra en el océano Pacífico, es mucho más que un paisaje pintoresco. Es una región que, bajo su superficie, alberga fuerzas geológicas inmensas y en constante movimiento, lo que la convierte en una zona sísmicamente activa. Un estudio de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) destaca la inquietante realidad: sismos de magnitud superior a 7 grados en la escala de Richter ocurren aproximadamente cada 15 años en esta área. Pero, ¿qué significa esto para la península y sus habitantes?
Un desplazamiento constante hacia el noroeste
La península de Baja California es un ejemplo vivo de la tectónica de placas, un proceso que describe cómo las placas de la corteza terrestre se mueven e interactúan a lo largo del tiempo. Según Thierry Calmus, un experto en tectónica y geología estructural de la Estación Regional del Noroeste (ERNO) del Instituto de Geología (IGL) en Hermosillo, Sonora, la península se desplaza entre cuatro y cinco centímetros al año hacia el noroeste, en relación con el continente. Aunque este desplazamiento es casi imperceptible en la vida cotidiana, a lo largo de millones de años, su efecto es importante. Si proyectamos este movimiento en un millón de años, Baja California se habrá trasladado unos 40 kilómetros hacia el noroeste, un cambio que alterará la geografía de la región.
Este desplazamiento es medido con precisión por sistemas de posicionamiento global (GPS), lo que permite a los científicos monitorear constantemente la distancia entre la península y el resto de México. Antes de la década de 1980, estos movimientos se medían con láser, pero los principios básicos no han cambiado: la península se está alejando del continente, y este movimiento es inexorable.
Desde la llegada de los españoles a América, la península de Baja California se ha desplazado 24 metros hacia el norte. Aunque esta cifra puede parecer pequeña, es un recordatorio de que nuestro planeta está en constante cambio, y que estos movimientos, aunque lentos, pueden tener consecuencias.
La falla del Golfo de California: Un sistema activo
El desplazamiento de Baja California está íntimamente relacionado con la actividad de la falla del Golfo de California, una de las características geológicas más importantes de la región. Esta falla ha estado activa durante al menos seis millones de años y continúa siendo un sistema dinámico que produce sismos locales de manera regular. Aunque muchos de estos sismos son de baja magnitud y apenas perceptibles, son una manifestación de un proceso geológico de largo plazo.
La actividad sísmica en la región es continua, con miles de sismos registrados cada año. Estos movimientos son una parte integral del proceso de desplazamiento de la península, que se comporta como un bloque rígido en movimiento. Según Calmus, la teoría de la tectónica de placas es importante para entender estos fenómenos. Las placas tectónicas se comportan de manera elástica, acumulando tensión a lo largo de las fallas hasta que se libera en forma de un sismo, lo que explica por qué estos eventos ocurren de manera esporádica pero con cierta regularidad.
Predicciones geológicas a largo plazo
Los geólogos pueden hacer predicciones sobre la evolución geológica de Baja California basándose en la teoría de la tectónica de placas y en datos históricos. Aunque no es posible prever con exactitud cuándo ocurrirá un sismo específico, sí es factible estimar patrones generales de desplazamiento y actividad sísmica. En el Golfo de California, por ejemplo, es común que ocurran sismos de magnitud superior a 7 aproximadamente cada 15 años. Sin embargo, predecir con precisión cuándo y dónde ocurrirá el próximo gran sismo sigue siendo un desafío debido a la complejidad de los procesos naturales.
Aunque los científicos pueden proyectar el desplazamiento de Baja California durante miles de años, predicciones que abarcan decenas de millones de años son mucho menos precisas debido a los cambios inevitables en la dinámica de las placas tectónicas. A medida que las placas continúan moviéndose, las predicciones a largo plazo se vuelven más inciertas, aunque el conocimiento actual proporciona una base para entender las tendencias generales.
La Falla de San Andrés: Un futuro catastrófico
No se puede hablar de actividad sísmica en la región sin mencionar la falla de San Andrés, una de las fallas más estudiadas del planeta. Esta falla recorre California de norte a sur, a lo largo de 1300 kilómetros, y es responsable de algunos de los terremotos más devastadores en la historia de Estados Unidos. En 1906, un sismo de magnitud 7.8 grados en la falla de San Andrés destruyó gran parte de San Francisco, provocando la muerte de más de 3000 personas.
Lo más preocupante para los científicos es que la sección sur de la falla, la cual no ha producido un gran sismo en casi 300 años. Los registros geológicos indican que esta sección suele provocar un gran terremoto aproximadamente cada 150 años, lo que significa que podría estar acumulando tensión para un gran sismo en el futuro cercano. Un sismo de magnitud 7.8 en esta parte de la falla tendría un impacto devastador en Los Ángeles, la segunda ciudad más poblada de Estados Unidos, con un posible saldo de 2000 muertos y más de 50,000 heridos, además de daños materiales que podrían superar los 200 mil millones de dólares, dice la Universidad de Nuevo León (UANL).
Según Jennifer Andrews, sismóloga del Instituto de Tecnología de California (Caltech), es en el extremo sur de la falla de San Andrés donde es más probable que ocurra un gran terremoto en los próximos 30 años. La parte media de la falla se rompió hace unos 160 años y la parte norte en 1906, provocando el terremoto de San Francisco. Sin embargo, la parte sur de la falla no se ha quebrado en casi tres siglos, lo que ha permitido que la tensión se acumule. Un gran terremoto en esta zona destruiría muchos edificios y provocaría la pérdida de servicios básicos como agua, electricidad y transporte.
¿Qué pasaría si ocurriera un gran terremoto por la falla de San Andrés, según la IA?De acuerdo a ChatGPT, un terremoto de 8.5 grados en la escala de Richter tendría consecuencias devastadoras para la ciudad de Los Ángeles.
Publicado por EL IMPARCIAL en Miércoles, 19 de abril de 2023
Preparación para lo inevitable
Ante la amenaza de un gran sismo, los expertos insisten en la importancia de que las autoridades implementen un sistema de alerta temprana de terremotos. Un sistema de este tipo podría salvar vidas al detener trenes para evitar descarrilamientos, alertar a los hospitales y permitir que las personas se protejan bajo un escritorio o incluso abandonen los edificios si hay tiempo suficiente.
Aunque los servicios de emergencia en Estados Unidos están bien preparados para responder a desastres naturales, los ciudadanos y negocios privados a menudo no lo están. La falta de experiencia reciente con un gran terremoto ha llevado a muchas personas a subestimar el riesgo y a no estar preparadas para actuar ante una catástrofe de esta magnitud.
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