Edición México
Suscríbete
Ed. México

El Imparcial / Columnas / Columna Mexicali

 Zapatero a tus zapatos

Ahora que está de moda que los artistas vayan tras los cargos públicos, y hasta la ex miss Universo Lupita Jones se pavonee como candidata a la gubernatura de Baja California, no puedo evitar recordar una “accidentada” entrevista que le hice a la escritora Laura Esquivel durante una visita que realizó a Arizona.

Ahora que está de moda que los artistas vayan tras los cargos públicos, y hasta la ex miss Universo Lupita Jones se pavonee como candidata a la gubernatura de Baja California, no puedo evitar recordar una “accidentada” entrevista que le hice a la escritora Laura Esquivel durante una visita que realizó a Arizona.

Y digo accidentada porque literalmente llegué con retraso por problemas en mi carro, pero, en fin, el caso es que la galardonada novelista y en ese tiempo diputada federal, fue contundente al decirme “todos deberían meterse en política”.

Era septiembre del 2018 y frente a una mesa oval me afirmó que en ese tiempo se iba a dedicar con sus "cinco sentidos" a la dirección de la Subsecretaría de Cultura en México con Manuel López Obrador, recién electo presidente.

Aquí sus palabras íntegras: "Todos los que dicen 'yo no me meto en política', yo les digo 'pues deberías', y tal vez el mundo sería diferente". Cuando la cuestione si como escritora disfrutaba también ser funcionaria, no dudo en responder que lo considera "una obligación de todo ser humano".

Además también me indicó que un puesto político no tiene por qué alterar su oficio literario: "Yo soy autora, no voy a poder dejar de escribir (...), me voy a seguir levantando temprano, seguiré produciendo, y a la hora que entre a la oficina me dedico a eso".

A su juicio no existe una diferencia entre ser funcionario o escritor, ya que me aseguró que "todo acto íntimo se refleja en el público y todo acto público se refleja en el íntimo y en el bienestar de la comunidad".

Pues aconteció que en noviembre del 2018 Esquivel declinó a la invitación AMLO para dirigir la subsecretaria de Diversidad Cultural, aceptando que se trataba de una “carga administrativa muy grande”.

Actualmente la autora de “Como agua para chocolate” escribe un libro de memorias titulado “Lo que yo vi” durante la pandemia, y en lo personal, prefiero a la escritora, que a la funcionaria.

Cómo Esquivel, otros grandes de la literatura se han estrellado con la política, quienes son manipulados por partidos políticos como ganchos para atracción de votos.

Aunque parezca un tema cómico, como lo fue ver a Carlos Villagrán, “Kiko”, en un video hablando con la voz del icónico personaje de la vecindad de El Chavo, en su afán por atraer votos para ganar la candidatura para gobernar Querétaro, es una situación que debe de preocuparnos como mexicanos.

Luchadores, boxeadores, futbolistas, ciclistas, atletas, actores, actrices, cantantes y hasta “youtubers” forman el grupo especial de candidatos marcados por la popularidad de sus respectivas profesiones sin que hasta ahora hayan tenido nada que ver con la política.

Me da pena como bajacaliforniana ver a Lupita Jones, quien acaba de estar envuelta en un escándalo terrible por el trato denigrante que les daba a las concursantes de los certámenes de belleza, hablando de dirigir a nuestro estado.

Prefiero quedarme con aquel maravilloso recuerdo de cuando obtuvo la corona de Miss Universo, y no escarbar más en su oscura trayectoria.

Así, como prefiero quedarme con las memorias de Tita en “Como agua para chocolate”, y disfrutar en mis recuerdos de un mole con sabor a nostalgia y paladear en mi imaginación las codornices en pétalos de rosa.

*Corresponsal en Arizona y Nuevo México de la Agencia Internacional de Noticias Efe

En esta nota