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Violencia criminal

México está convertido en un campo de guerra, la violencia prevalece sobre la razón, Baja California ocupa el tercer lugar en homicidios y no importa a los sicarios, si se trata de autoridades o no, las victimas.

México está convertido en un campo de guerra, la violencia prevalece sobre la razón, Baja California ocupa el tercer lugar en homicidios y no importa a los sicarios, si se trata de autoridades o no, las victimas.

Parece como si el cambio de régimen sexenal fuera un pretexto para abrir el cofre de

pandora, se sabía de nuestra prospección a la violencia, pero no que llegaría en forma de huracán y muerte.

Tanta muerte es el resultado de la corrupción, de promesas incumplidas, de ventas de territorio y de ignorancia en la aplicación de los valores fundamentales para el hombre, más aún, tenemos una delincuencia organizada con contactos a nivel internacional, que han convertido a este país en un campo de batalla.

Los delincuentes organizados cuentan con una tecnología de punta, recursos inacabables, entrenamiento para la guerra y armamento avanzado; sin excluir equipos de comunicación de alta tecnología y no hay que olvidar que tienen sobre los policías una gran ventaja, que es operar en el clandestinaje.

Se manejan millones de dólares asociados con autoridades corrompidas a quienes no les importa el sueldo que trae aparejado el cargo público, basta con unos días en el desempeño de un empleo de carácter ilícito para que un individuo se enriquezca sin límites, y lo más grave es que el sistema de justicia pareciera que está descompuesto para siempre y que por eso no actúa, pero el ciudadano común y corriente se da cuenta de cómo los servidores públicos se corrompen y son los que, no solo toleran las conductas criminales sino que las alientan. Son pocos contra los “malitos”, como se les da en llamarlos en diversos Estados de la república, y ahora no tienen que medrar del erario público, las contrataciones ilícitas, que como decíamos antes, hace ricos en un día, se ha vuelto aspiración y no corren ningún riesgo de ser investigados y castigados.

Parece una burla hacia el gobierno la forma en que está actuando la delincuencia en México. Se crea una policía de “elite”, conocida también como policía fifí, cuyo nombre oficial es La Guardia Nacional; y los criminales no detienen su actuar, por el contrario, como en un reto, intensifican la comisión de ilícitos, sobre todo los homicidios dolosos, secuestros, robos con violencia, ventas de piso, etc.

Falta conciencia social, falta cultura del derecho, y no es, por desgracia, que sea suficiente con reclutar a nuevos policías, se trata de crear conciencia en la sociedad de lo peligroso que es para la ciudadanía en general, el desbordamiento de la delincuencia.

Abrir la puerta a la criminalidad para mantener la paz social, significa ceder el poder de mando del Estado mexicano a la delincuencia organizada, lo que implica un riesgo que no debemos de correr porque estoy seguro que a la larga, habrán de arrepentirse hasta los mismos autores de este caos que estamos padeciendo.

*- El autor es catedrático de la UABC.