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Unos avanzan, otros se estancan

El mundo avanza, no se detienen los asiáticos y menos los chinos. Sin tanto ruido y después de ocho años de negociaciones, en ceremonia virtual de lanzamiento, se firmó recientemente en Hanoi (capital de Vietnam) el mayor acuerdo de libre comercio del mundo. Efectivamente, se incorporaron quince países de Asia y Pacifico.

El mundo avanza, no se detienen los asiáticos y menos los chinos. Sin tanto ruido y después de ocho años de negociaciones, en ceremonia virtual de lanzamiento, se firmó recientemente en Hanoi (capital de Vietnam) el mayor acuerdo de libre comercio del mundo. Efectivamente, se incorporaron quince países de Asia y Pacifico.

Es importante porque es el primero que incluye a China, Japón y Corea del Sur, pero también a la ASEAN o asociación de países del sureste asiático. Abarca una tercera parte de la población mundial -que no es poca cosa-, 30 por ciento del PIB mundial y un 28 por ciento del comercio internacional. No se incorporó India, o por lo menos no ahora, pues decidió mantenerse afuera.

Más allá de la relevancia de mercado, personas y volumen de comercio, significa una especie de victoria para China, pues confirma que estamos en la era asiática y que supieron sacar provecho de que durante el gobierno de Trump se decidió que Estados Unidos dejara el TPP; acuerdo este último del que sí forma parte México con el nombre de TPP-11. Hay que remontarse unos años atrás, porque este nuevo gran tratado fue propuesto varias veces y responde en parte a la política del presidente de Estados Unidos de “America First”. También aprovecharon los integrantes del nuevo acuerdo que Estados Unidos estaba concentrado -tal vez distraído- en asuntos domésticos o en politiquería como decimos aquí en México.

Así, abierta y formalmente se pone a competir al T-MEC y también a la Unión Europea. Esto porque se alcanzó un gran pacto propuesto originalmente por el grupo ASEAN para fomentar entre las partes el libre comercio y las inversiones. Se incluyen como países de esa asociación a Brunéi, Camboya, Indonesia, Laos, Malasia, Myanmar, Filipinas, Singapur, Tailandia y Vietnam; a los que se suman Australia, Corea del Sur, Japón, Nueva Zelanda y la República Popular China. Todo bajo el nombre de Alianza Comprensiva Económica Regional o RCEP por sus siglas en inglés.

Hay más sobre el alcance del tratado y los datos que lo motivaron. En los primeros ocho meses de este virulento año, la ASEAN superó a Europa como primer socio comercial de China, con un comercio de 416.6 billones de dólares estadounidenses. Además, el 3.8 por ciento de crecimiento anual en ese flujo comercial se explica en parte por la caída de la demanda de Estados Unidos y de Europa por la pandemia del Covid-19, aunque es coherente con el acelerado aumento comercial entre China y el grupo de integrantes

Quiero resaltar lo que dijo el primer ministro chino: “la firma en Hanoi … era un logro sin precedentes de la cooperación regional en el este de Asia, pero también una victoria del multilateralismo y el libre comercio”. Señalamiento fuerte, ante el próximo cambio en la dirigencia de la Organización Mundial de Comercio, en el cambio de gobierno en Estados Unidos y seguramente en la redirección que le quiera dar a las relaciones multilaterales el presidente electo de nuestro país vecino. Pero hay más: manda señales respecto a que pueden convivir el comercio regional y el mundial, además de que es una iniciativa para desarrollar cadenas de valor, que se vieron incluso desarticuladas por la epidemia.

Termino con la paradoja. El mundo se transforma, Asia cambia, China no se detiene y, en nuestro país, miramos por el espejo retrovisor con la intención de volver a un pasado que no siempre fue mejor.

*- El autor es Consejero y Tesorero Nacional de Index, además de Director de Recursos Humanos para LatinAmérica en Newell Brands.

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