Una decisión equivocada de AMLO
Uno de los temas que más me ha preocupado a lo largo de mi vida periodística es sin duda la educación en nuestro país.
Uno de los temas que más me ha preocupado a lo largo de mi vida periodística es sin duda la educación en nuestro país. El problema más grave es la invención del sistema educativo cada seis años, lo anterior no sirve, es caro, no mejora la calidad educativa, etc., vienen nuevos proyectos, unos vanguardistas, otros retrógrados, pero todos los quieren imponer con calzador.
En mis inicios como reportero y corresponsal en Jalisco del diario unomásuno, tuve la oportunidad de entrevistar al secretario de educación del gobierno de Miguel De la Madrid, don Jesús Reyes Heroles, un político que en su vida hizo cambios importantes en la política gubernamental. Era febrero de 1984, en una visita a Guadalajara, Reyes Heroles platicaba de la necesidad de una reforma educativa que eliminara los intereses creados. Hay que recordar que él inició lo que llamó una revolución educativa, un cambio en los métodos de enseñanza, pero a casi 40 años la situación de baja calidad educativa y sumado el deterioro propiciado por la pandemia del coronavirus, los sueños de Reyes Heroles se han esfumado.
En el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, han tenido dos secretarios de educación, Esteban Moctezuma Barragán, hoy embajador de México en Washington y la profesora, Delfina Gómez, sancionada por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación por retener y cometer peculado contra cientos de trabajadores cuando era alcaldesa de Texcoco en 2017, sin embargo fue defendida por el propio presidente López Obrador.
Delfina Gómez dijo el martes pasado que desaparecía el programa “escuelas de tiempo completo”, una vez publicado en el Diario Oficial de la Federación. Esto perjudicará a más de 3 millones de niños, niñas y adolescentes en el país. Tan solo en Baja California serán 80 mil según apuntó la gobernadora, Marina del Pilar Ávila Olmeda el pasado jueves.
Hay regiones marginadas en el país en las que la Escuela de Tiempo Completo era la oportunidad para que miles de niños y niñas recibieran alimento nutritivo, bueno, recibieran alimento que en sus casa había días que no tienen ni para comer. Estaban en la escuela hasta 8 horas, con dos alimentos diarios y la posibilidad de adquirir conocimiento de inglés, aprender a tocar un instrumento o practicar algún deporte entre otras actividades.
Por otro lado, los alumnos estaban bien cuidados, ya que en millones de familias en México ambos padres de familia tienen que trabajar y en estas escuelas les daban la oportunidad de que sus hijos adquirieran mayor conocimiento en cultura, ciencia y tecnología y otras disciplinas mientras esperaban a sus padres.
Los profesores recibían una compensación extra o les otorgaban otra plaza que desarrollaban en el mismo plantel. Las calificaciones de los alumnos de escuelas de tiempo completo son muy superiores a las de tres horas, aunque dice la SEP que son 4 horas.
Gobiernos de otros estados, como Nuevo León, dijeron que van hacer lo posible para que continúen las Escuelas de Tiempo Completo, claro el gobernador no es de Morena. La propia Marina del Pilar, siendo hija de una importante catedrática de la UABC, está pensando, espero no quede en eso, rescatar a los niños que no tendrán Escuela de Tiempo Completo: “Vamos a rescatar a todos estos alumnos, por supuesto que la educación de calidad está garantizada en Baja California, habrá un esfuerzo para abatir el rezago de estos años por la pandemia educativa”. “Hechos son amores y no buenas razones”, recita el dicho popular. Eliminar las Escuelas de Tiempo Completo otra pifia del presidente Andrés Manuel López Obrador.
*-El autor es periodista independiente.
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