Teniente Alberto Bonilla Colmenero
En nuestro estado el gobierno que encabeza Bonilla llegó para entregar patentes de notario a sus allegados.
“Somos lo que Hacemos”.
En nuestro estado el gobierno que encabeza Bonilla llegó para entregar patentes de notario a sus allegados, particularmente a la familia del padrino Xicoténcatl Leyva Mortera, para hacer pedazos el Sistema Estatal Anticorrupción, para romper la ley al promover nombrar al compadre como fiscal por nueve años, para meter la mano al gobierno municipal de Tijuana, tal y como seguirá haciéndolo en los próximos de Ensenada, Tecate y Rosarito, o para dejar a FISAMEX en los organismos operadores del agua so pretexto de la “reforma que las municipaliza”, uff y pensar que algunos sosteníamos que Salomón Faz era un tipo plantado, valiente y honesto.
Desde hace días circula una fotografía en la que se muestra el nombre de la más reciente escuela construida en el estado con dinero público: Teniente Alberto Bonilla Colmenero, personalmente desconozco si tuvo atributos suficientes para ello, seguro estoy que le anteceden muchos bajacalifornianos con méritos suficientes para ser considerados a tal alto honor; lo que es una ocurrencia terrible es la del fiscal al haberla nombrado con el nombre del padre del gobernador con el claro ánimo de agradarle a su compadre, pero también la falta de estatura del gobernador para prestarse a ello. La idiotez de retratar a López Obrador junto a Hidalgo, Juárez y Madero refleja el estúpido culto a la personalidad que los enanos de hoy tienen respecto al presidente de la república. Seguro estoy que si el Teniente Bonilla contara con el renombre suficiente para ello, le competería al ejercito promoverlo, no a su hijo a través de un colaborador.
Hace años resolví que mis acciones serían consecuentes con mis dichos, por ello decidí no quedarme callado y buscar construir contrapesos a gobiernos cuyo denominador ha sido o la corrupción o los excesos y por ende contrarios al bienestar de nuestra gente; he sido critico de gobiernos entregados a un solo hombre, ya sea se trate del alcalde o del gobernador en turno, tal y como es el caso.
Me duele ser parte de una sociedad callada, rebasada y temerosa de alzar la voz; una que opta por no molestar a Bonilla que defender a la Cruz Roja o que prefiere pedirme que me haga a un lado para que el ánimo del gobierno en turno no se violente y con ello evitar castigar las causas más elementales, me lástima saber que en nuestro estado renunciamos por decisión propia a defendernos, ya sea se trate de cobros ilegales del agua, de las ganas de chingarnos 4 años quedándose en el gobierno o cambiando la ley que ellos mismos reformaron para que el gobierno saliente no tome acciones contrarias al gobierno entrante, tal y como lo ha ordenado el gobernador a sus diputados serviles y entregados.
Me indigna un Congreso integrado por legisladores más preocupados por reconocer al gobernador que en pedirle cuentas y legislar en beneficio de nuestra gente; me da pena ver al abogado de Zahori, renunciando en la mañanera a la dignidad que sus socios no tienen, agradeciéndole de manera pública al agresor la agresión cometida; uff, malhaya la hora en que los ciudadanos decidimos que comer caca y sonreír era la forma de encarar a este gobierno. Me retracto del abrazo enviado en una columna anterior a Federico Diaz Gallego.
*El autor es empresario, ex dirigente de la Coparmex Mexicali.
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