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Teletrabajo y educación en línea durante COVID-19

El confinamiento por la pandemia ha provocado efectos significativos en el trabajo y la educación en la actualidad. A partir de la necesidad de teletrabajar en casa, el trabajador se encontró ante condiciones que no tenía previsto, como: contar con un equipo de cómputo adecuado para trabajar, lo cual, si es que poseía una computadora en casa, probablemente no tenía en la capacidad suficiente, para desempeñar la labor que hacía en la empresa, oficina o pequeño comercio.

El confinamiento por la pandemia ha provocado efectos significativos en el trabajo y la educación en la actualidad. A partir de la necesidad de teletrabajar en casa, el trabajador se encontró ante condiciones que no tenía previsto, como: contar con un equipo de cómputo adecuado para trabajar, lo cual, si es que poseía una computadora en casa, probablemente no tenía en la capacidad suficiente, para desempeñar la labor que hacía en la empresa, oficina o pequeño comercio. Otros impactos fueron los costos indirectos que el teletrabajo genera; es decir, tener la velocidad de Internet suficiente para desempeñar las tareas que antes hacía en la oficina, sumado a ello, el costo adicional de energía eléctrica que se requiere para que el trabajador desarrolle las actividades en casa y disponer de un espacio en el hogar para trabajar, al menos durante ocho o más horas de trabajo para el cual fue contratado. Por supuesto que el empleador, en la mayoría de los casos, no retribuye al trabajador con un bono adicional por estos gastos representa el teletrabajo. Estos son aquellos aspectos, que, si bien en un principio parecían favorables para el trabajador, pues se pensaba que era cómodo no tener que transportarse al trabajo, aunado que el trabajador no gastaría en ropa, comida, gasolina o pasajes para el transporte público. Si el teletrabajo va a continuar, como parece ser, será conveniente que las autoridades en materia laboral, revisen los contratos de los trabajadores que son “invitados” por los empleadores hacer teletrabajo, y sea incorporada una cláusula que indique que habrá un bono especial adicional a su sueldo, por los costos que implica el trabajo en casa.

El otro factor que fue modificado sustancialmente es la educación en línea. Una vez que se decidió por las autoridades educativas en marzo que se suspendían las clases presenciales y los cursos pasaban a ser en línea, se provocó un problema de diversas proporciones derivado de la desigualdad de equipamiento de computadora fija en casa y también de la disposición de internet en el hogar. La última encuesta del INEGI sobre disponibilidad y uso de tecnologías de información en los hogares (ENDUTIH 2019) indica que apenas el 44.3% de la población en México dispone de una computadora en casa, y el 76.6% de la población en zonas urbanas es usuaria de internet, por apenas el 47.7% en las rurales (Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de Tecnologías de la Información en los Hogares (ENDUTIH) 2019). La generalidad de los estudiantes dispone de un celular inteligente y no de una computadora fija y, acceden al internet mediante una línea de pre-pago, con lo cual el descargar las tareas que el maestro les pidió, para un amplio sector de la población, implica disponer del recurso económico para un paquete de internet por tiempo con la empresa que les provee este servicio, lo cual se reduce a la población escolar que cuenta con las mejores condiciones económicas.

El COVID 19 y su prolongada estancia en México, mostró las profundas desigualdades, no sólo en materia de salud, sino en educación y trabajo. ¿Usted qué opina?

*- El autor es coordinador del Observatorio Global Mediático-UABC.

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