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Sostener postura

La más reciente idea por parte del presidente de los Estados Unidos de América, Donald Trump, en el sentido de impulsar el que ante la ley de nuestros vecinos del Norte las bandas de narcotraficantes sean tipificadas como terroristas.

"Los políticos siempre hacen lo mismo, prometen
construir un puente... aunque no haya río"
Nikita Jruschov

La más reciente idea por parte del presidente de los Estados Unidos de América, Donald Trump, en el sentido de impulsar el que ante la ley de nuestros vecinos del Norte las bandas de narcotraficantes sean tipificadas como terroristas, haciendo específica referencia e implicando directamente a México (como si no estuvieran infiltrados miembros de todas las nacionalidades, incluyendo americanos), no solo se circunscribe en lo que está ya (propaganda para reelegirse diciendo lo que muchos quieren oír sin saber siquiera si se puede o no), sino que en los hechos lástima no solo dignidad y en un momento dado la soberanía de nuestro país, sino que, una vez más y de aquí hasta que sean las elecciones presidenciales (noviembre 2020), advierte la injerencia y agresividad en contra de nuestro país con las consecuencias negativas tan serias que todos conocemos para nuestra ya de por sí muy menguada realidad.
En este sentido, muy bien ha hecho nuestro Gobierno Federal al emitir, desde el primer momento y más allá de que los dichos de Trump fueron más mediáticos que otra cosa (hasta el momento), su absoluto desacuerdo respecto a la intentona injerencista, insensata y carente de lógica, que, eso sí, insisto, reditúa en términos electorales como discurso incendiario para las masas de electores poco o nada reflexivos.
Obviamente, como nunca ha sido (ahora menos que nunca aunque parezca una redundancia), lidiar con los intereses de los presidentes en turno en la Casa Blanca, no ha sido, ni es, ni será cosa sencilla. Más aún cuando se sabe la muy intensa relación comercial de México con EUA, así como la literal dependencia que en muchos sentidos seguimos arrastrando en nuestra compleja relación bilateral.
Es por lo anterior que, ahora ya desde el gobierno y no desde la oposición desde donde con mucha facilidad se decían tantas cosas tan irresponsables, hace lo correcto nuestro presidente López Obrador al desdecirse de muchas cosas aunque en el camino decepcione a uno que otro iluso que le creyó respecto a lo que sostuvo haría con Trump si era presidente de México.
Justo a un año de asumir el poder, ante el actual embate discursivo de Trump respecto a México, mismo que requería postura por parte de nuestro gobierno, se suma el que hace unos meses puso entre la espada y la pared a nuestras autoridades que fueron literalmente aplastadas por la amenaza de los aranceles si es que nuestro país no cedía (cosa que hizo) a las exigencias de que, en los hechos, la política migratoria de puertas abiertas de Sur a Norte diera un giro descomunal convirtiendo a buena parte de la flamante Guardia Nacional en cazadora de migrantes haciéndole así la tarea que el gobierno de Trump exigía.
Insisto, ahora más que nunca las cosas no son fáciles a la hora de negociar con una visión tan imperialista y agresiva, de todo o nada muchas veces, por parte del gobierno que despacha actualmente en el Capitolio.
Es por ello que lo más inteligente es sostener postura inicial en el inter de que se valoran las siguientes determinaciones a seguir en donde, queda claro, deberán siempre ponerse por delante los intereses supremos de la nación antes que cualquier otra cosa.    


*El autor es editorialista local/consejero CDEM.

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