Sermonero
Un amigo del alma que vive “del otro lado” me preguntó que por qué critico tanto al señor Manuel López, presidente mañanero de México; cuando hemos padecido en nuestro país con otros mandatarios corruptos e ineptos a los que (según mi cuate) no se les tiré tanto.
Un amigo del alma que vive “del otro lado” me preguntó que por qué critico tanto al señor Manuel López, presidente mañanero de México; cuando hemos padecido en nuestro país con otros mandatarios corruptos e ineptos a los que (según mi cuate) no se les tiré tanto.
Bueno, en primer lugar lo hago porque tengo libertad para hacerlo (al menos eso). Mi opinión puede ser diferente o contraria a la de otros quienes están convencidos de que dicho señor “obra de buena fe” y no es corrupto ni atarantado. Pues que con su pan se lo coman.
Cierto es que mi opinión tiene componentes emocionales y racionales. Lo que no es una excepción; sino simple naturaleza humana, Y no me voy a poner a explicar cómo funciona nuestro cerebro al decidir, porque ya no voy a invadir terrenos que no me corresponden.
Tan sólo apuntaré que la parte racional con la que decido y opino se basa en evidencias. En cada mañanera, el señor Manuel López -desde el púlpito de Palacio Nacional- se muestra cada vez más sermonero…
Denosta y condena al fuego eterno a los que él llama sermonariamente prepotentes-manipulables-
Preciso: lo mío es el significado y consecuencia de las palabras. Por ello, me descuaja el ánimo escucharlo tratando de seducir o embaucar a unos: a los buenos porque son pobres o pobres porque son buenos; arremetiendo obcecadamente contra la malandrina clase media, perversa por estirpe y bellaca sin remedio. Según el infalible regañón…
Pues precisamente lo juzgo por sus palabras que tienen consecuencias en los hechos, que en muchos casos son inversamente contrarios a lo que declara. “Obras son amores y no buenas razones” .
Dañino sermón “obradorista” que tiene un émulo corregido y aumentado, el mentado López-Gatell. Quien tuvo la infeliz ocurrencia (que quedó grabada para la historia) de inventar una sediciosa campaña de la derecha internacional por las críticas y reclamos ante el irrefutable desabasto de medicamentos para los niños con cáncer. ¡Éste sí que está como macho de la cabra!
LA PALABRA DE HOY: SERMONERO
El Diccionario de la Real Academia indica que sermonero es un adjetivo coloquial mexicano para alguien que es regañón, otro adjetivo que califica a quien es proclive a regañar sin ton ni son.
En latín, 'sermo' / 'sermonis' significa conversación retórica o figurada. Un “supuesto diálogo” en el que, el mismo que plantea una cosa le da respuesta. Derivado de la raíz del verbo 'serere' que equivale a “ensartar, entretejer, encadenar”. Ni más, ni menos.
DE MI LIBRERO: EL SERMÓN DE LA MONTAÑA
No tengo la más remota idea si el señor Manuel López haya leído el Evangelio de Mateo que incluye el Sermón de la Montaña. Pero, para el caso da lo mismo:
En dicho pasaje bíblico hay tres consignas que parecen ser las favoritas del actual sermonero mañanero: “bienaventurados los pobres de espíritu porque de ellos es el Reino de los Cielos”, “bienaventurados los mansos, porque ellos poseerán en herencia la tierra” y “bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados”. Discursiva del mañanero sermonero.
*- El autor es profesor de Redacción Creativa en Cetys Universidad.
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