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Reto 2023

En los dos espacios anteriores a este, señalé aspectos sobre el cierre del año pasado y algunas cosas que podrían esperarse para el 2023.

En los dos espacios anteriores a este, señalé aspectos sobre el cierre del año pasado y algunas cosas que podrían esperarse para el 2023. Pero quiero decir que los datos y estimaciones numéricas como el crecimiento, el tipo de cambio, las exportaciones y las remesas, por ejemplo, son variables y frecuentemente se revisan.

Dicho eso, ya tuvimos el cierre de la inflación en el 2022, en 7.82% anual, aunque el mayor aumento lo hemos visto todos en los alimentos y bebidas. Por eso mismo no hay que esperar una caída de los precios en esos productos ni en la general, porque las presiones no ceden, habrá quizás una desaceleración en el 2023, pero no una caída espectacular.

La reducción de precios no será muy espectacular porque aún hay mucha presión sobre los alimentos: sus precios no ceden (14 por ciento fue el aumento promedio de productos alimenticios el año pasado), por eso también la decisión del gobierno federal por restringir las exportaciones de maíz, para que se dirija a la producción de tortillas.

Por otra parte, si la inflación no cede (superior al 5 por ciento, es lo que tiene la mayoría de los analistas), los costos financieros también seguirán aumentando pues las tasas de interés del Banco de México con dificultad se reducirán. Esta combinación hace que para el 2023 la recomendación sea tener prudencia en gastos y deudas, sean por tarjetas de crédito bancario o departamentales, y en cualquier otro tipo de endeudamiento y más si no son contratadas los créditos con tasas fijas.

En el sentido de las tasas de interés, por la reducción en la inflación estadounidense, se espera que el ajuste que hará la Reserva Federal sea menor a lo previsto en diciembre, lo cual también ayudará a que el Banco de México ajuste menos su respectiva tasa en febrero y con ello, como dijo un subgobernador del banco, pueda terminar el ciclo alcista aunque permanezca elevada la tasa por cerca de seis meses. Por lo pronto, en relación con el crecimiento para este año, en términos generales, se menciona que creceremos más o menos al 1.2 por ciento en este año, es decir, no tanto se piensa en una caída porque no se vislumbra claramente una recesión. Siempre hay eventos desafortunados, espero que no se registren para Baja California y el país, y que la inflación, crecimiento y estabilidad social predominen en vez de deteriorarse.

Lo he señalado en otras veces, pero pongo énfasis en la recomendación de que conservemos nuestro empleo y otras fuentes de ingresos que pudiéramos tener como personas y familias, que también seamos prudentes en el consumo si además la inflación no cede como todos queremos. También cuidemos la salud, porque las enfermedades de contagio están surgiendo de nuevo, como el caso de variantes COVID, la influenza y otras enfermedades que van surgiendo aunque se consideraban controladas por los programas de vacunación en los menores de edad.

La conclusión, en resumen, no veo del todo bien las cosas, ni para México ni para el mundo, porque se estima un veinticinco por ciento de posibilidades de recesión global, como lo han señalado organismos como el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional. Para nuestro país, al horizonte 2023 le debemos añadir como reto el ambiente político por las elecciones en el Estado de México y Coahuila, pero del mismo modo porque arrancarán las precampañas para la sucesión presidencial del 2024.

*- El autor es Consejero Nacional de Index, además de Director de Recursos Humanos para LatinAmérica en Newell Brands.

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