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Quid pro quo

Con esta expresión latina los demócratas identificaron la corrupta forma como Donald Trump quiso obligar al Ucraniano presidente Volodimir Zelenski, a que investigara al expresidente John Biden y a su hijo, respecto a los negocios que tenía con la compañía Burisma, extractora de gas natural, a cambio del otorgamiento de $400 millones de dólares para ser utilizados en la seguridad de Ucrania.

Con esta expresión latina los demócratas identificaron la corrupta forma como Donald Trump quiso obligar al Ucraniano presidente Volodimir Zelenski, a que investigara al expresidente John Biden y a su hijo, respecto a los negocios que tenía con la compañía Burisma, extractora de gas natural, a cambio del otorgamiento de $400 millones de dólares para ser utilizados en la seguridad de Ucrania. Quid pro quo significa te doy esto, pero tú me das esto otro. En palabras más directas le dijo Trump, si no me investigas a Biden no tendrás ese dinero. Este tipo de acciones nos indican el alto grado de corrupción que existe en la Casa Blanca, y por eso se le está siguiendo un procedimiento legal a Trump, que deberá llegar al juicio político y, muy probablemente a su destitución. Este condicionamiento es muy común en todos los niveles de gobierno de todos los países. En el nuestro ha permitido la creación de las grandes fortunas de los funcionarios públicos, y de la misma manera, ha incrementado de manera escandalosa la impunidad y el desprecio por las leyes.

De los funcionarios de primer y segundo nivel del gobierno de Bonilla ya cayeron los primeros, por casos relativos a la utilización del poder para la apropiación ilegal de recursos financieros. De la misma manera, son muchos los asuntos que debieran estarse investigando en Baja California y sus municipios, que resultan evidentes productores de ganancias ilegales. El caso del Gobierno de Kiko Vega es escandalosamente útil para hacer referencia en este respecto. Los contratos con las desaladoras y la Constellation Brand, entre otros negocios con cobertura legal pero altamente corruptos, fueron comunes en el anterior gobierno del estado. Resulta inquietante saber cómo se entregaron esos contratos y a cambio de cuánto.

La degradante, ridícula, corrupta y vergonzosa actitud de los integrantes de la XXII Legislatura, comandados por Benjamín Gómez, que no fueron prolíficos en leyes, pero si actuaron inconstitucionalmente y por encima del electorado, aprobando un período ilegal de gobierno al actual gobernador, a cambio de algo, definitivamente. Este es otro ejemplo del quid pro quo. En Tecate los Síndicos Procuradores no han actuado apegados a lo que establece la legalidad de esos puestos. Ellos son quienes deben ejercer la justicia del municipio y, en las cuatro últimas administraciones han evitado investigar los delitos cometidos por los ex presidentes que les antecedieron.

Ahora que se supone, y así lo han expresado los nuevos funcionarios, las cosas serán diferentes, debemos esperar que la presidente municipal, los regidores y el síndico procurador inicien las investigaciones y hagan las denuncias correspondientes por los desfalcos, los abusos de poder y los enriquecimientos inexplicables de los funcionarios anteriores. Claro que ya estando en el poder aparecen los efectos de la amnesia, las omisiones surgen y el valemadrismo se apodera de todos. En lo particular, yo no creo que vaya a suceder nada extraordinario. Los actos de gobierno de la nueva administración, además de ser escasos, no parecen conducirse en dirección de la aplicación de la justicia y el esclarecimiento de los delitos. Los ex presidentes en problemas ni sudan ni se acongojan, siguen viviendo como millonarios con nuestros dineros porque, como decía Karime Macías, la esposa del ex gobernador de Veracruz, merecen vivir en la opulencia. Mientras tanto, en dos años estaré recordándoles que los delitos siguen impunes. Vale.





* El autor es Lic. En Economía con Maestría en Asuntos Internacionales por la UABC.

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