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Pueblo feliz, feliz, feliz

Indudablemente que uno de los objetivos en esta vida es ser feliz y que esa felicidad dure muchos años, tal vez, hasta que la muerte nos alcance.

Indudablemente que uno de los objetivos en esta vida es ser feliz y que esa felicidad dure muchos años, tal vez, hasta que la muerte nos alcance. Pero la realidad es otra, la felicidad es efímera y escasa en ocasiones. Usted se preguntará ¿por qué se le ocurrió esta semana hablar de la felicidad? Bueno la razón es porque nuestro presidente, Andrés Manuel López Obrador, según sus datos, el pueblo de México está feliz, feliz, feliz.

Felicidad viene del latín felicitas y unas definiciones dice que es satisfacción, contento, suerte o acontecimiento venturoso. Cualquier de estas definiciones son las que López Obrador ha visto en el pueblo mexicano que lo aclama.

Pero o está ciego, sordo o mal informado, porque el viernes 16 de agosto, miles de mujeres en la Ciudad de México no estaban felices o a eso llama felicidad el mandatario mexicano, el que salgan a las calles a destruir oficinas, hacer pintas, gritar, insultar, golpear. No las estoy criticando, estoy señalando que su felicidad o la felicidad a la que se refiere López Obrador no les llegó a cientos de mujeres mexicanas hartas de tanta violencia de género, de violaciones, discriminación, acoso, violencia física y lo más grave el feminicidio. No señor Presidente, no todos estamos felices.

Pregunto usted a los enfermos de cáncer, si a los que no encuentran sus medicamentos en las instituciones a donde acuden a los niños con cáncer, no creo que estén felices por esta forma de ahorrar, de combatir la corrupción matando seres humanos que no están felices. Tal vez esté como Silvio Rodríguez en aquel estribillo de un de sus canciones que decía: “Soy feliz, soy un hombre feliz y que me perdonen los muertos de mi felicidad”.

Acusó a Felipe Calderón de la guerra contra el narco y dijo que había sido un tonto por haberlo dado un palazo al avispero y que inició esta guerra en Michoacán (Estado natal de Calderón) vestido de uniforme militar con un chaleco que le quedaba grande y que parecía al “Comandante Borolas”, sin embargo en estos nueve meses de gobierno ha habido más homicidios violentos que en el inicio de todas las administraciones anteriores y el que gobierna es López Obrador.

Si están felices todos los mexicanos a quienes les está repartiendo dinero, pero los internos de los hospitales no lo están tanto, tampoco lo están las madres de familia a las que les quitaron las estancias infantiles sin tener algo alternativo. Los familiares de los secuestrados y asesinados, que lo perdonen los muertos por su felicidad.

En Baja California se dice que cuando llegue Jaime Bonilla todo se resolverá, espero no sea como con López Obrador que dice una cosa y sus colaboradores hacen otra y luego los tiene que regañar en público y corregir, como el caso de la Secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero quien había declarado que estaban en pláticas con grupos para la pacificación y luego la desmienten, tanto un sub secretario como el propio AMLO.

El Propio López Obrador tuvo que salir a la defensa de los grupos de autodefensa en Michoacán quien dijo que no se puede hacer juicios sin pruebas de que sean criminales. Aunque un supuesto estudio del INEGI diga que no existe el mal humor social y que por el contrario, en México toda la gente está feliz, creo que ha exagerado bastante, pero él tiene sus datos, otros datos.



* El autor es periodista independiente.