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Prepárate para cuando te vayas

Estimado lector, si estás a punto de retirarte de trabajar esta colaboración te puede servir; si te falta poco o mucho para hacerlo también.

“No es a la muerte a lo que el individuo debería tener miedo, sino al nunca empezar a vivir” Marco Aurelio

Estimado lector, si estás a punto de retirarte de trabajar esta colaboración te puede servir; si te falta poco o mucho para hacerlo también. Generalmente cuando se habla de retiro es en términos financieros y termina siendo muy frustrante por la sencilla razón de que la mayoría no ahorra para el efecto.

Sin embargo aquí lo vamos a ver desde el punto de vista psicológico y es por ello que todo el mundo puede aprender algo. Nomás para que se dé una idea, en Estados Unidos se van a retirar 10,000 personas diariamente los próximos 10-12 años, y por el plazo de vida promedio actual se calcula que una tercera parte de la vida será en el retiro.

LAS CUATRO FASES

Acorde con el Dr. Riley Moynes hay cuatro etapas en el retiro profesional de un individuo. La primera de ellas es la fase de las vacaciones, cuando puedes levantarte a la hora que quieres, ir a donde quieres, y visitar a quien quieres. Es la fase donde nos la pasamos felices por haber iniciado el retiro. Esta fase dura más o menos un año. Al término de la misma se inicia el enfado, el no tener un porqué para levantarnos en la mañana, y prácticamente desaparece el encanto de las “vacaciones”.

La segunda fase del retiro es muy dura, ya que es cuando tenemos el sentido de pérdida, primordialmente en cinco aspectos: rutina diaria que nos mantenía activos, pérdida de identidad al ser ya “nadie”, pérdida de propósito en la vida, pérdida de relaciones sobre todo en el aspecto profesional, y por último pérdida de poder y de status.

Esta fase además de dura puede ser traumática, ya que es también cuando pueden ocurrir las tres “D”: divorcio, depresión y declinamiento físico.

TERCERA Y CUARTA MARCO AURELIO

La tercera etapa es cuando el individuo toma conciencia de lo que le está pasando y empieza entonces a base de pruebas y error encontrar sentido de vuelta para su existencia. Empieza a estudiar algo nuevo, busca ocuparse en algo, trata de escribir sus memorias, etc.

Es probable que no encuentres éxito en alguna de ellas, pero lo importante es perseverar hasta llegar a la cuarta etapa.

Esta última etapa consiste en reinventarse y de alguna manera vitalizar su mentalidad, para descubrir que primordialmente tiene que encontrar una misión en la vida, hacer algo que tenga significado en esta última fase de su vida. Y esto lleva sin duda a encontrarlo en el servicio a los demás.

Por ejemplo, una persona retirada puede tener mucha experiencia para transmitir a jóvenes, o a profesionales de su ramo, a empresarios pequeños y medianos que necesitan consejo.

Un aspecto que le tocó participar a Moynes fué en un programa de cursos para transmitir enseñanzas. Uno de ellos era capacitar a otros adultos mayores cómo usar el iPad y el iPhone, y así pudieran aprovechar lo que habían recibido de regalo por parte de hijos o nietos.

En el primer año que hicieron esto armaron nueve programas y se inscribieron 200 personas. El siguiente año los programas fueron 45 y se inscribieron 700 personas. El último año lograron organizar 90 programas y se inscribieron 2100 individuos. Un éxito total.

Lo más importante de esta cuarta etapa es lo siguiente: las cinco pérdidas que se manifestaron en la etapa 2 prácticamente se recuperan en ésta última.

CONCLUSIÓN

Estimado lector, una vez más se comprueba que si tenemos un espíritu de servicio a los demás nuestra vida tiene un significado y un impacto positivo, trascendemos, dejamos huella, y lo más importante tener plenitud en nuestra existencia. La felicidad no es hacer lo que me da la gana, es ser productivo, y esto de ser útiles a los demás entre más pronto lo apliquemos mucho mejor, te puedes empezar desde ya a preparar para cuando ya sabes qué. ¡Feliz domingo!

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