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Por un estado de progreso económico y social

Sólo quedan recuerdos de lo que fue Baja California en las décadas de los 60, 70 y 80 tas, época donde el progreso social era reconocido y envidiado en el centro del país. Eran los años gloriosos producidos por su gente venida de todas partes de la nación.

Sólo quedan recuerdos de lo que fue Baja California en las décadas de los 60, 70 y 80 tas, época donde el progreso social era reconocido y envidiado en el centro del país. Eran los años gloriosos producidos por su gente venida de todas partes de la nación. En el Valle de Mexicali el campesinado hacía lo propio produciendo el oro blanco, registrado y reconocido de calidad mundial. Nuestra Entidad, integrada en su mayoría por una población que aspiraba a mejores condiciones de vida, con costumbres y cultura que buscaban el progreso; era un mosaico diverso de manifestaciones culturales que contribuyeron y lo siguen haciendo hasta hoy, para lograr un estado fuerte, con una economía pujante a pesar de los malos gobiernos que nos han tocado recientemente. Se identificaba a Baja California como un polo de desarrollo económico y de atracción de migrantes provenientes no solo de nuestro país, sino también de centro y sur de América.

Los indicadores de bienestar social y económico eran superiores al resto del país. La zona libre había logrado sus objetivos planteados desde la época del expresidente Lázaro Cárdenas. Hoy los gobiernos han perdido el rumbo y se han dedicado únicamente a administrar el estado sin una visión de futuro. Hoy en tiempos de campaña, algunos candidatos a gobernar este poderoso estado, no tienen ni la más mínima idea de qué hacer para solucionar los grandes desafíos que nos presenta la coyuntura sanitaria, la inseguridad y por supuesto la económica. Al único de los candidatos que he escuchado decir, de que en Baja California se debe dar un cambio cualitativo, es decir, de subirlo de nivel como en antaño, es Jorge Hank Rhon. Recuperar el prestigio y ponerlo entre los estados con mayor crecimiento económico del PIB.

Sólo un empresario, con experiencia en la administración pública, que no le tiemble la mano para hacer frente al crimen organizado, capaz de meterlos en cintura y poner orden en las ciudades de Baja California, pero también que promueva el regreso de la inversión extranjera, que se instalen empresas de clase mundial, que sean amigables con el medio ambiente y sustentables en el uso de los recursos no renovables. Se requiere un gobernante que conozca y valore la importancia de la inversión privada en la generación de riqueza y valor agregado necesario para la reactivación económica de la zona.

Es tiempo de un cambio positivo para BC, necesitamos de una visión de futuro que les dé certeza y confianza a los empresarios, no solo mexicanos sino extranjeros, necesitamos rumbo y dirección, no queremos políticos inmaduros e improvisados, la sociedad no se merece esto, el barco debe tener rumbo y dirección para saber en dónde anclará. Estamos hartos de gobiernos que nada más vienen por el dinero de la gente, urge poner en orden todo el tinglado social. La educación y la salud deben ser los ejes rectores que deben guiar a los próximos gobernantes, no es posible crecer y lograr el progreso en una sociedad enferma e ignorante. Algunos candidatos a gobernar Baja California pregonan que solucionarán todos los problemas y hasta presumen tener la varita mágica para lograrlo. Necesitamos propuestas de cambio, sustentadas en la experiencia y en el conocimiento de cómo hacer las cosas y con qué recursos, no queremos ver campañas negras que descalifiquen y hablen mal de las personas y sus familias. ¿Por qué los bajacalifornianos no podemos tener acceso a un nivel de vida digna con seguridad? Hoy está en nosotros la posibilidad de cambiar a aquellos gobernantes que nos prometieron el paraíso terrenal, la gente ya se dio cuenta que su voto cuenta y cuenta mucho. Hay que desterrar a los “malos gobiernos” que nos han mentido y engañado y que solo llegaron al poder a hacer negocios a través del gasto público en inversiones y proyectos que solo les aportan beneficios personales. Por último, observamos que cada día se suman al proyecto “Hank” antiguos adversarios que abandonaron el barco de Morena ante la inminente posibilidad del empresario de obtener el triunfo ya que su campaña es la que continúa en ascenso.

*- El autor es economista egresado de la UABC.

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