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Por sus pistolas

No pretendo defender a nadie, mucho menos a un político, pero el vodevil entre el gobernador Bonilla y el ex gobernador Osuna Millán es un hecho sin precedentes, estéril y peligroso.

“La política debe hacerse con muchos sesos. Pero si a los sesos les ponemos huevos, son más sabrosos. Adolfo López Mateos.

No pretendo defender a nadie, mucho menos a un político, pero el vodevil entre el gobernador Bonilla y el ex gobernador Osuna Millán es un hecho sin precedentes, estéril y peligroso. Es estéril porque nada se está ganando de ahí; ni denuncia, ni responsabilidad, ni pago por daños, nada, solo discurso o raja política, y es peligroso porque sobrepasa los límites de la comunicación, del abuso del poder, la difamación y la intimidación con tufo a terrorismo mediático. No hay duda, los huevos del Gober están puestos en la canasta electoral y no en la de la justicia como debería ser.

Ojo, los panistas no son una perita en dulce, son los principales responsables de estar en donde estamos, son responsables por décadas de ineptitud, de negocios en lo oscurito, de dar paso al compadre y no al mejor preparado, de poner a payasos en el poder y de practicar la compra de voluntades en cash, con hueso o contrato según el tamaño del pecado a solapar. Pero también hay que reconocer los aciertos de las personas y mucho tuvo que ver Osuna Millán en disminuir la violencia durante su gestión a través del trabajo en equipo entre la sociedad, los empresarios, los militares y el gobierno. El ex Gobernador Osuna Millán podrá haber pecado de cerrarse en un círculo hermético de focas aplaudidoras y de no haber escuchado con humildad otras alternativas para resolver los problemas del estado, pero de ahí a ser el responsable directo de los crímenes que hoy le imputa Bonilla creo que es una acusación que raya en lo fantasiosa.

Bonilla no necesita dividir más a los bajacalifornianos, no necesita ser copia de AMLO, no es ni su perfil ni le queda, ni está en ese momento histórico ni tampoco tiene los instrumentos como los tiene el Presidente, más bien tiene la enorme oportunidad de sacudir y sacudirse viejos complejos demostrando que puede ser un gobernador capaz de sanar al estado, de ser un personaje clave y de transición inteligente, de ser recordado como el que fue capaz de sentar las bases profundas para tener un gobierno justo y facilitador, no uno extorsionador, bravucón y perdedor por aquello de las constantes palizas judiciales que ha recibido.

Yo me resisto a creer que Bonilla es un gobernador como lo pintan, más bien creo que ha puesto todos los huevos en la canasta electoral pero que sí está convencido de cambiar al estado, con su modo cochi como decimos en el Norte, pero finalmente comprometido en hacer verdaderas transformaciones. Bonilla tiene alimentado el ego por la positiva numeralia que semanalmente publican las casas encuestadoras respecto de la imagen y opinión de los gobernadores en México. Solo espero que no olvide que todo gobierno goza de un bono de opinión en los 2 primeros años de gestión y que gritar mucho no precisamente significa que se están resolviendo los problemas.

El gobierno de Bonilla será de dos años y se están pasando los meses volando, así como volando se están pasando las oportunidades de unir a Baja California para aprovechar juntos las oportunidades globales que se están presentando en el mundo post Covid- 19. Tener un mini gobierno no significa ser un mini Gobernador y Bonilla debería de aprovechar otras canastas para poner sus huevos.

*El autor es Director de Testa Marketing, investigación de mercados.

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