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Pluvial

La historia del saneamiento tiene sus raíces en la antigüedad...

La historia del saneamiento tiene sus raíces en la antigüedad, en la que su desarrollo fue motivado por el crecimiento de las ciudades y centros religiosos o comerciales. Como ejemplo destacable podemos señalar la red de saneamiento con la que ya contaba la ciudad de Roma, construida sobre el 600 A.C. y denominada “Cloaca Máxima”, que vertía los residuos de la ciudad al río Tíber. El saneamiento nace como respuesta a un problema de índole sanitaria, la industrialización tuvo como consecuencia la masificación incontrolada de la población en torno a los centros de producción, creándose unas condiciones sanitarias absolutamente penosas, las cuales dieron lugar a numerosas epidemias que pusieron en evidencia la conexión entre el estado sanitario del agua de consumo y el desarrollo de enfermedades. A pesar de que muchas ciudades disponían, desde varios siglos antes, de conductos de evacuación de aguas, éstos se habían concebido, exclusivamente, para drenaje de aguas pluviales, hasta el punto de que en la Inglaterra de principios del siglo XIX estaba prohibido verter aguas residuales a esos conductos. El primer paso para la solución del problema fue la construcción de desagües de los edificios –los cuales, hasta entonces, solamente disponían, a lo sumo, de pozos negros– y su conexión a los conductos de drenaje, dando origen a los primeros alcantarillados de tipo unitario, sistema que, posteriormente, fue adoptado por la mayor parte de las ciudades. En 1842 en Gran Bretaña se estableció la necesidad de recoger las aguas residuales en un sistema específico de alcantarillado, proponiendo la utilización de tubería de barro y la separación de las aguas residuales de las pluviales, iniciando los sistemas separados con su célebre sentencia: “El agua pluvial al río y la residual al campo.” Es a partir de la iniciativa británica, cuando se establecen las bases modernas del saneamiento, específicamente en lo referente al primer aspecto del mismo: la captación y transporte de las aguas residuales. El origen de la ciudad de Mexicali es primordialmente agrícola, exceptuando la zona habitacional de principios del siglo XX, prácticamente todo el valle era cultivado, lo que dio origen a la construcción de drenes agrícolas, tales como el 134, el Tula, el Mexicali, el Xochimilco y el internacional, solo por nombrar los que aún existen, casi todos a cielo abierto, exceptuando el 134 y parcialmente el internacional, todos de alguna manera descargan en el dren Vulcano hoy conocido como el Rio Nuevo, y cuyo origen está en las faldas de Cerro Prieto en la extinta laguna Vulcano. Mexicali, se encuentra en promedio 1 metro bajo el nivel del mar y la única salida de sus aguas pluviales es el Río Nuevo, es decir la parte más baja de la ciudad, somos privilegiados en poder desalojar las aguas pluviales, la ciudad tiene un drenaje natural producto de la construcción de los drenes pluviales, solo nos falta respetar el área de esos cauces. Los drenes agrícolas, drenaje pluvial natural de Mexicali, están siendo utilizados como basureros, tiradero de deshechos tóxicos, se han invadido o simplemente han desaparecido. En Mexicali se tiene la creencia de que nunca llueve, eso es un mito, en esta ciudad siempre ha llovido y como prueba de ello es el paso del huracán Hilary que provocará lluvias en nuestra ciudad. La falta de un drenaje pluvial afecta la productividad y propicia la contaminación del aire, nuestra ciudad solo tiene el 60% de zonas pavimentadas y en las zonas no pavimentadas es un verdadero viacrucis después de una lluvia el tratar de salir de sus casas para ir a trabajar, ir a la escuela o simplemente para tener lo más esencial como comida, gas, agua para beber y transporte. Algunas zonas son susceptibles de pavimentarse, pero hacerlo sería una mala inversión al no contar con colectores de drenaje pluvial. Cada vez que llueve, surgen voces reclamando la construcción de una red de drenaje pluvial, con preguntas que quedan en el aire: ¿Quién lo debe planear?, ¿Quién lo debe diseñar?, ¿Quién lo debe construir? ¿De dónde se obtendrán los recursos para su diseño y construcción? Y lo más importante ¿Quién le dará mantenimiento a la red pluvial?

*- El autor es ex presidente de la Federación de Colegios de Ingenieros Civiles de la República Mexicana.

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