Pintar el tubo…

Somos lo que hacemos

El país atraviesa por los días más aciagos, la pandemia se multiplica día con día, la opinión de expertos internacionales a diferencia de la de López Gatell, por cierto, funcionario que fue cesado por su mal manejo de la emergencia de la Influenza H1N1, indica lo peligroso de la espiral a la que nos dirigimos. Esta semana nuestro país llegó a una tasa de positividad, casos positivos de los exámenes practicados, mayor al 50%, no hay país en el mundo que tenga este registro. Seguramente el Presidente tiene otros datos porque es absolutamente irresponsable verlo en giras que no tienen sentido alguno, su deseo de continuar en las calles haciendo campaña ralla en lo criminal al propiciar que la gente salga y se aglutine en torno a sus eventos, mandando con ello el peor de los mensajes, en el peor de los momentos. Por cierto, un despropósito enorme la mala broma del pasado sábado cuando resultó que una visita presidencial a un hospital en el estado de Morelos, el gobierno disfrazó a empleados de enfermeros y pacientes con coronavirus para la foto oficial. ¿y la simulación?

La inseguridad crece a pasos nunca antes vistos, los muertos se acumulan por decenas día a día, el espectáculo de cadáveres apilados en Sonora, Jalisco, Oaxaca, Veracruz, Chihuahua y Guanajuato es macabro, por supuesto que no es un problema que haya iniciado hace año y medio, pero la militarización de las calles, esa que tanto criticó en su momento, es una afrenta proveniente de un gobierno “progresista”, la realidad es Alfonso Durazo nunca ha estado capacitado para ese encargo, y eso sí es una irresponsabilidad presidencial.

La defensa hecha de Bartlett fue tan burda y un cheque en blanco para todos los cercanos al Presidente, tanto que hoy la propia Secretaría de la Función Pública, sin investigación alguna, exonera a su propia titular, Irma E. Sandoval, ella afirma que no tiene obligación alguna de brindar información en relación a su patrimonio, no es posible adquirir un patrimonio inmobiliario de millones de dólares en tan poco tiempo y viviendo de un sueldo como profesora de la UNAM, en este país, al igual que en nuestro estado, combatir la corrupción de nuestros políticos sigue siendo un pinche chiste.

En nuestro estado también se diluye la esperanza de un cambio producto del hartazgo de la corrupción y superficialidad del gobierno de Kiko Vega, el proyecto de Morena se fundamenta en el falso discurso que culpa al empresariado de todos los males; cuando nuestros problemas son muchos y muy variados, por cierto, bienvenidas las acciones contra los que han lucrado con el consumo de agua, lamentable que lo hagan con falta de transparencia y sin apego al marco legal vigente, ello es reflejo del desprecio a la ley por parte de este gobierno, guiado por el la incapacidad del Gobernador de aceptar crítica alguna, al igual que López Obrador, o estás con él o estás en su contra, eso sí, muy preocupados por seguir la tónica de un gobierno federal hasta en su discurso; miren que en plena emergencia cuándo más escasean los recursos haber mandado pintar un triste tubo para que su color ya no moleste al Tlatoani durante su próximo viaje por la Rumorosa sólo refleja la estulticia de su despropósito.