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¿No qué eran diferentes?

La divisa de Morena durante su reciente campaña electoral en nuestro estado fue la de acabar con la corrupción, motivado por el amplio, amplísimo desprestigio de Vega de Lamadrid.

Somos lo que hacemos

La divisa de Morena durante su reciente campaña electoral en nuestro estado fue la de acabar con la corrupción, motivado por el amplio, amplísimo desprestigio de Vega de Lamadrid y su círculo más cercano de colaboradores. Hago votos porque algún día, los tomadores de decisiones de nuestro estado tengamos los pantalones, que hasta hoy claramente nos han faltado, y demos pie a llamarle en su cara ladrón a quien así deba ser llamado, ya sea un expresidente de organismo empresarial o ex alcalde de cualquiera de nuestras ciudades, a nuestro estado no sólo le faltan buenos políticos, le urgen mejores ciudadanos.

Si realmente la honestidad y el combate a la corrupción son parte central de la presente administración, ¿Debe sorprendernos que a los 30 días haya sido destapado el escándalo de los moches que le ha costado ya las primeras dos bajas?, ¿El gobernador se equivocó en su selección?, ¿El Ing. Bonilla sabía que dos de sus principales colaboradores estaban extorsionando a posibles proveedores?, ¿Es esto diferente a lo que vivimos con Vega de Lamadrid?, ¿Si no hubiera sido por las grabaciones exhibidas en redes sociales hubieran actuado diferente?, la secre del Bienestar, por lo visto personal, y el Oficial Mayor, ¿Actuaron solos?, los empresarios que se prestaron a los moches, ¿no merecen castigo alguno?; es urgente que dejemos de responsabilizar sólo a los nuestros políticos de pacotilla y que empecemos a castigar a los malos ciudadanos que amparándose en la libre empresa justifican la compra de cualquier trámite, no importa si se corrompe o no, lo que importa es justificar la utilidad que da pie a la riqueza que no sólo distorsiona sino que le da en la madre a nuestra sociedad.

Nuestro estado en adición a mejores ciudadanos y políticos lo que realmente necesita es contar con el marco legal necesario para que los políticos y ciudadanos que se presten a la tranza, y con ello joder a nuestra gente, puedan ser debidamente castigados y nada más. Para que ello ocupamos por lo menos tres condiciones:

1. Un respaldo ciudadano suficiente para hacer la presión necesaria en el Congreso y hacerles ver a los diputados que lo importante es la construcción de una agenda legislativa en favor del combate a la corrupción.

2. Diputados con la dignidad necesaria para atender la agenda anterior.

3. Que los nombramientos de los funcionarios que integrarán el Sistema Estatal Anticorrupción sean ciudadanizados, que no le deban su chamba al gobernador en turno o a los partidos políticos dominantes en el congreso.

Las tres dependen de una agenda ciudadana, de nadie más, no de nuestros políticos de ocasión, el escándalo de corrupción en comento es clara muestra de ello, somos nosotros, no ellos, los que tenemos el poder de hacerlos cambiar, dejemos de ser las viudas de nuestro desamparo que siguen culpando a los políticos y a los partidos.

Baja California, nuestra casa grande, demanda de nosotros, los ciudadanos, trabajar en una agenda que procure terminar con las empobrecidas finanzas públicas, la rampante corrupción, la falta de inversión productiva que genere oportunidades para nuestra gente, la inseguridad en nuestras calles; es urgente terminar con un estado en el que solo unos cuantos crecen y que cancela la posibilidad de que millones tengan mejores oportunidades. Nuestros políticos no lo harán, depende de nosotros ordenarlo, de hacerles ver el castigo de no construirla.

*El autor es empresario, ex dirigente de la Coparmex Mexicali.

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