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Necedad

Una necedad no necesaria se está dando entre el presidente Andrés Manuel López Obrador y los empresarios de México.

Una necedad no necesaria se está dando entre el presidente Andrés Manuel López Obrador y los empresarios de México.

El principal embrollo; la principal polémica y a la vez terquedad es en el punto exacto en que el presidente insiste en que los empresarios desean que se les rescate, como se hizo por el gobierno priista pasado, en que se rescató la banca, en los tiempos del banquero Espinoza iglesias. (No recuerdo su nombre).

Una y otra vez, los empresarios lo han expresado en múltiples foros, que a ellos no les interesa, en absoluto el rescate de sus empresas; reitero, lo han expresado muchos hocicones; en diferentes foros, pero los morenistas; todos aquellos que le prenden velas al presidente insisten en comparar este debate con el problema pasado del Fobaproa. Diríase que necedad se impone. Valdría la pena de esta afirmación si en verdad los empresarios estuvieran pidiendo al presidente: ¡Por favor, señor presidente, ¡salve nuestras empresas! Una locura; un necedad, asunto incomprensible a los que sí piensan, a quienes sí tienen cerebro. Nada más para hacerle entender al grandísimo sector de Morena. La realidad: los empresarios están proponiendo al presidente salvar las pequeñas, medianas y grandes empresas, también, obvio, para el rescate de sus trabajadores; de la economía del país, pero no al patrimonio de éstas sino a un 80% o quizás más, de trabajadores. Que la fuente de trabajo no desaparezcan; que los pequeños comerciantes medianos y grandes sigan trabajando, o por el contrario, se llega a un acuerdo entre gobierno y empresarios e incluso obreros, aportar recursos para este fin o la propuesta debe ser compartida: todos ponen. Trabajador empresario y gobierno. ¿Es caso esta propuesta: persistir en compararla con el Fobaproa? Qué necedad. Que los empresarios se salven ellos mismo si pueden; a mi gobierno no le interesa caer en otro Fobaproa, afirman el presidente o sus seguidores. ¿No es esto una necedad? Una economía como la de México no se puede negar es de corte liberal. El comunismo o países socialistas son diametralmente diferentes a México. Por más que el presidente critique el neoliberalismo, su política es liberal. En qué cabeza cabe lo contrario.

Otro asunto es la persistencia de Obrador de no endeudar al país con préstamos del extranjero, sobre todo de la Banca Mundial o el Fondo Monetario Internacional. Sin duda en esta determinación, le asiste la razón al Presidente. Ninguna deuda es recomendable ni para las familias ni para los gobiernos. México ya padeció mucho y le ha costado una importante cantidad de recursos pagar los costos de su deuda internacional que los gobiernos del PRI, sobre todo, dejaron al País para salir adelante en las carencias de aquellos gobiernos. Endeudarse en tiempos de los gobiernos del PRI, reitero, era recurso natural sin más razón de lo que pudiera pasar con los presidentes subsecuentes. Eso no se debió hacer, y eso es lo que Andrés Manuel López Obrador se resiste a repetir, sobre todo en grado caso que los empresarios le sugieran que contrate un préstamo internacional para salir adelante con lo que la pandemia está costando al país. Sin ser este comentador economista me parece que el sentido común me da la razón, sin más comentarios.

Pero, por otra parte, 25 000 pesos de apoyo a los pequeños y medianos empresarios solo sirven de nada, quizás solo para alimentar estas familias de comerciantes, pero de ninguna manera para cubrir el costo de sus empleados, sean dos tres o seis los que dependan de estos comercios. Si la ayuda que propone o hará el gobierno es mensual pudiera servir de algo, pero queda en el vacío esta inquietud. No se explican los detalles. Pongo solo un caso: una familia que tiene un pequeño restaurant o fondita, pero que son cinco quienes la forman, 26,000 pesos ni para alimentarse un mes. No sirven de nada, y mucho menos para paliar un poco el costo de sus dos o tres empleados. Así de simple.

* El autor es artista plástico.

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