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México somos todos

La situación de encierro en la que estamos   y el darnos cuenta de que quien está  a la cabeza, López Obrador,  lejos de unirnos y apoyar para superar ésta crisis económica   y de salud, darnos ánimo y seguridad de que saldremos adelante,  nos hace sentir cada día más inseguros, divididos, desconfiados, indignados e impotentes, viendo cómo él a cada paso destruye nuestro amado país.

La situación de encierro en la que estamos y el darnos cuenta de que quien está a la cabeza, López Obrador, lejos de unirnos y apoyar para superar ésta crisis económica y de salud, darnos ánimo y seguridad de que saldremos adelante, nos hace sentir cada día más inseguros, divididos, desconfiados, indignados e impotentes, viendo cómo él a cada paso destruye nuestro amado país.

Y es una lástima, porque ninguno como él había llegado al poder con tanto apoyo, sembrando tanta esperanza en millones de mexicanos, esperanza que se ve cada día más lejana por las decisiones equivocadas que toma por su cuenta, sin ser capaz de escuchar a nadie, ni ver las consecuencias de sus acciones.

Esta semana hemos visto a un presidente que ya no da para más, fuera de la realidad que estamos viviendo, incapaz de ponerse en los zapatos de tantos mexicanos sin empleo, o aquellos que están viendo cómo salvar su patrimonio hecho con esfuerzo de años, que confiaron en un hombre que hablaba de dar prioridad a los pobres, pero que a la hora de la verdad los está dejando solos, sin importarle lo más mínimo tantas situaciones adversas para sacar adelante a su familia.

Han venido a mi casa más de tres personas, padres de familia que se quedaron sin empleo, a dos los sacó el gobierno sin un cinco, otro, tenía un pequeño negocio que apenas iniciaba, ninguno tiene apoyo y cada uno tiene tres niños que comen tres veces al día. Andan vendiendo cubre bocas que sus esposas están elaborando, para al menos sacar algo para alimentarse.

Me conmovió ver sus angustias, me sentí impotente, pero su actitud de no rendirse aún a pesar del peligro del contagio, me hizo pensar lo fuertes que somos los mexicanos.

Hemos superado varios terremotos, huracanes, gobiernos saqueadores, sinvergüenzas, superamos también la crisis bancaria, y grandes sequías y ésta vez no será distinto, no debemos tener miedo. A veces nuestro ánimo se derrumba al recibir tantas malas noticias, algunas falsas pagadas por quienes nos gobiernan para desestabilizar nuestra mente y poder manipularnos. No dejemos que nos afecten.

Ahora es momento de sacar la casta, de unirnos y solidarizarnos con los que menos tienen. Somos habitantes de una tierra bendita, con una gran variedad de suelos, playas, vegetación, desiertos, climas primaverales. Somos una Nación de grandes hombres, trabajadores, emprendedores, hombres y mujeres de fe que juntos hemos vencido muchas adversidades. Somos un México lleno de cultura, de historia, de habitantes generosos, creativos, ingeniosos como pocos, un país de gente buena, elegido por Dios entre muchos otros para enviarnos a su Madre la Virgen Guadalupana, que desde 1531 está entre nosotros y es también la nuestra.

Tomemos estos días como la gran oportunidad de cambiar por dentro, de fortalecer lo más importante y sagrado que tenemos, nuestro espíritu para lo cual nunca teníamos tiempo. Este cambio nos hará mejores seres humanos, y si mejoramos, México saldrá adelante, porque México no es el presidente ni los gobernantes en turno. México somos todos y con la ayuda de Dios éste barco lo vamos a sacar a flote.

¡Mujer mexicana forja tu Patria!

* La autora es Consejera Familiar.

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