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Medicina y consumismo

<span style="font-style:normal"><span style="font-variant-ligatures:normal"><span style="font-variant-caps:normal"><span style="font-weight:400"><span style="letter-spacing:normal"><span style="orphans:2"><span style="text-transform:none"><span style="white-space:normal"><span style="widows:2"><span style="word-spacing:0px"><span style="text-decoration-style:initial"><span style="text-decoration-color:initial">Cada día es más difícil para el hombre y mujer de clase media, acceder a la medicina de primera línea.</span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span></span>

I.         Cada día es más difícil para el hombre y mujer de clase media, acceder a la medicina de primera línea.

II.        Muchos médicos han caído en el vicio del consumismo y asumen actitudes de dudosa ética como por ejemplo, solicitar exámenes y análisis que la enferma no necesita y todo por una comisión que hoy acostumbran los laboratorios otorgar a los médicos que derivan sus clientes, actitudes que en lugar de llamarles comercio se denominan pragmatismo.

III.      Se está dando la práctica de médicos que ordenan análisis innecesarios y lo que es más grave aún, intervenciones quirúrgicas que no solo no van a hacer bien al enfermo, sino que además van a traer consecuencias negativas para la salud del paciente, como es el caso de un médico que actuaba inyectando substancias de dudosos resultados.

 

Claro que hay profesionistas honrados que hacen de la medicina un apostolado y son cuidadosos de honrar los principios de la ética médica, entre ellos están los doctores, Lorenzo Monje Rangel, Carlos O. Maya Quevedo, Atay Chee Bencomo y Elva Karina González Álvarez, entre otros.

 

IV.      El lector me puede refutar diciendo que para los que no tienen dinero está la medicina social, pero ya hemos visto en los últimos meses que en las clínicas del seguro social se dan condiciones de desabasto de medicinas y de suspensión de intervenciones quirúrgicas por no contar con el equipo ni los espacios hospitalarios necesarios  y algo que también es delicado es que los pacientes de la medicina social, Seguro Social, ISSSTE e ISSSTECALI, muchas veces son tratados por el personal de manera despótica, considerando que se le hace un favor al derechohabiente al atenderlo y no se toma en cuenta que el asegurado paga con sus cuotas el servicio que se le presta.

 

En conclusión, hay enfermos de primera y de segunda, hay enfermos que son tratados con afecto por médicos comprensivos que saben que el problema de salud, en muchas ocasiones, es consecuencia de enfermedades del alma y tienen la paciencia para escuchar al enfermo que solo necesita un poco de afecto y atención.

 

*- El autor es catedrático de la UABC.

 

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