Los laberintos del poder
En la política no hay lógica, todo es producto del azar, en ocasiones se está arriba de la rueda de la fortuna, a veces abajo, nada es para siempre, no hay mal que dure seis años.
En la política no hay lógica, todo es producto del azar, en ocasiones se está arriba de la rueda de la fortuna, a veces abajo, nada es para siempre, no hay mal que dure seis años. En política nunca se gana todo ni se pierde todo, todo es relativo, tampoco hay certeza de nada, todo es especulación, en tanto las cosas no se den. Muchos contemplan que Morena arrasará de nuevo en todo el país, cuyas preferencias electorales rebasan por dos tantos a la mayoría de los partidos y en otros casos hasta tres por uno. La gente en el país se encuentra dividida, muchos apoyan a Morena, otros la detestan, sin embargo, un porcentaje importante de la población continúa apoyando la gestión de López Obrador. Sin duda, un escenario complicado para la oposición en todo el territorio.
En Baja California, se ha filtrado la posibilidad de que los partidos antagónicos a Morena se consoliden en un Bloque Opositor Amplio (BOA) para derrotar al candidato oficial. Sin embargo, habría que ser muy objetivos en los análisis que se realizan, porque si bien la gente en estos momentos piensa votar por Morena de manera mayoritaria, así lo expresan, otros en cambio opinan que jamás votarían otra vez por Morena, el “desencanto” está a flor de piel. Puede que el elector “engañe” de nueva cuenta a los políticos y al final cambie su decisión. En general, la población sufre desencanto al no ver los cambios prometidos, cuando observa la precaria situación que está sufriendo el empleo y en general toda la actividad económica en el país.
En ese contexto, a medida que se acercan los tiempos para la elección de los precandidatos a la gubernatura, diputados locales y presidencias municipales se complica el panorama, ya que hay gran cantidad de suspirantes. A pesar de ello, ningún candidato por sí solo representando a un partido, tendría la capacidad para derrotar a Morena. En ese sentido, el gobernador Jaime Bonilla Valdez, tendrá que hacer frente a una serie de personas a las cuales se les queman las habas para participar, a pesar de no tener los méritos necesarios, la “caballada se quiere desbocar”, por ello, las “deslealtades y traiciones” estarán presentes, cuando vean que el poder se le está escapando de las manos a su mentor. La “oscuridad” reinará en su oficina, dicen algunos, la “ingratitud” de los que han recibido apoyo estará presente.
Sin embargo, a pesar de lo que pueda decirse, Bonilla tendrá el poder hasta el último día de su gestión. Hay personas que afirman que seguirá siendo “el poder tras el trono”, que cuenta con el aval del presidente, otros opinan lo contrario, que el poder se le acabó y que no podrá incidir en la designación de los candidatos de Morena. Muchos especulan al decir que el “amigo de AMLO” seguirá en “grandes ligas” y en el ánimo del presidente y con el aval de éste continuará como “jefe político de Baja California”. El presidente lo respeta y lo reconoce a pesar de sus “errores”. Fue y es el único en el estado que apoyó la creación de Morena en nuestra entidad y en el país cuando nadie daba un “cinco” por ese partido. Indudablemente, ha sido leal al proyecto del presidente, pero también lo ha “metido en aprietos”. Muchos no lo han entendido y piensan que una vez que deje el poder se “retirará” de la política. Nada más falso, Bonilla cuyos “afanes y gusto” por el poder es de suma conocido seguirá “influyendo” en las grandes decisiones en el estado. Ni modo, así es la política, se esté de acuerdo o no, pero así es, por lo pronto la moneda está en el aire, el tiempo se encargará de poner a cada quien en su lugar y mientras no haya una oposición con un gran líder que arrastra multitudes la política en el estado no cambiará.
*- El autor es economista egresado de la UABC.
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