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Libertad de expresión: un debate permanente

En distintas épocas, las sociedades contemporáneas han denunciado que la libertad de expresión está seriamente amenazada, ya sea por políticos, empresarios, el crimen organizado o ciudadanos que se siente aludidos por denuncias en los medios de comunicación sobre procederes ilícitos.

En distintas épocas, las sociedades contemporáneas han denunciado que la libertad de expresión está seriamente amenazada, ya sea por políticos, empresarios, el crimen organizado o ciudadanos que se siente aludidos por denuncias en los medios de comunicación sobre procederes ilícitos. Este derecho consagrado en la Declaración Universal de Derechos Humanos desde 1948, constantemente sufre desafíos y quienes apelan a este derecho, en especial los periodistas, denuncian intimidaciones y amenazas por la información que publican al dar a conocer hechos que afectan intereses de personas o grupos poderosos.

De ahí que el trabajo de ser periodista en general sea una de las profesiones de mayor riesgo en el mundo y que año con año, diferentes organizaciones defensoras de los derechos de los periodistas den cuenta de los decesos o amenazas a la vida de periodistas que por llevar a cabo su labor de informar sufren las consecuencias de atentados a su vida o a la de sus familiares. Tan solo México en el 2019 junto con Siria hubo murieron 10 trabajadores de los medios, y fueron considerados, ambos países, como los más peligrosos para los profesionales de la comunicación (https://es.statista.com/estadisticas/606015/paises-con-mas-muertes-de-periodistas-del-mundo/). En México, este 2020 van cuatro muertes, según reporta la organización Artículo 19, siendo el más reciente el 9 de septiembre cuando fue asesinado Julio Valdivia del diario El Mundo de Córdoba, en el estado de Veracruz (https://articulo19.org/periodistasasesinados/).

Ciertamente no sólo se atenta contra la libertad de expresión mediante el asesinato de periodistas, hay formas mucho más sofisticadas y otras muy burdas de limitar este derecho de los profesionales de la información. Desde descalificaciones específicas como las que ha hecho López Obrador a un diario nacional, por publicar constantes críticas a su actuar como gobernante, o veladas insinuaciones contra la integridad física de periodistas, por personajes de la política o empresarios que ven amenazados sus intereses cuando son descubiertos sus negocios turbios. Hay una amplia gama de formas de posibles violaciones al derecho a la libertad de expresión y de opinión. En particular cito al Relator de la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos en relación con la libertad de expresión y de opinión, que puede recibir información sobre problemas y violaciones relacionadas con: a) detención, discriminación o amenazas o empleo de la violencia y del hostigamiento, incluida la persecución y la intimidación, contra personas que traten de ejercer su derecho o de promover su derecho a la libertad de opinión y expresión, incluidos los profesionales de la esfera de la información… c) medidas adoptadas contra los medios de información (prensa y radio) o impedimentos a su funcionamiento independiente; d) medidas contra editores y participantes en otros medios de información, incluidos libros, revistas, filmes y teatro y otras artes, entre otro tipo de requerimientos… (https://www.ohchr.org/SP/Issues/FreedomOpinion/Pages/Complaints.aspx).

La libertad de expresión, de opinión y de prensa son consustanciales a la democracia, atentar, limitar o restringir estos derechos hacen peligrar las libertades ciudadanas en una sociedad libre y son muestra de intolerancia de un gobierno que no defiende o respeta estas condiciones democráticas. ¿Usted qué opina?

*- El autor es coordinador del Observatorio Global Mediático-UABC.

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