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Ley Gandalla

En la mayoría de las democracias liberales está permitida la reelección para los puestos de elección popular sin necesidad de dejar el que se ocupa, los diputados locales acaban de aprobarlo, desafortunadamente lo hicieron con el sello de la casa, en medio del agandalle y siendo ellos mismos los beneficiarios de su propia aprobación, por ello creo que dicho ordenamiento debiera conocerse como: Ley Gandalla.

Somos lo que hacemos

En la mayoría de las democracias liberales está permitida la reelección para los puestos de elección popular sin necesidad de dejar el que se ocupa, los diputados locales acaban de aprobarlo, desafortunadamente lo hicieron con el sello de la casa, en medio del agandalle y siendo ellos mismos los beneficiarios de su propia aprobación, por ello creo que dicho ordenamiento debiera conocerse como: Ley Gandalla; que quede claro que no me refiero a los diputados que llegaron con la finalidad de encubrir a su jefe, Kiko Vega. Sostengo que algunos diputados que fueron impulsados por el PAN no moverán dedo alguno para legislar en contra de lo que el Ing. Bonilla demande, creo firmemente que existe una agenda acordada previamente; tal y como lo refleja lo sucedido en Julio pasado cuando en la misma sesión se aprobó el auditor amigo para el anterior gobernador y la fallida ampliación de mandato para el actual.

Hay diputados que nos pidieron su confianza, encuentro en algunos como Víctor Navarro o Juan Melendrez la oportunidad de ser diferentes, no simples borregos que se suman a la manada porque su dirigente lo mandata, ojalá empiecen a dar muestras de ello, de lo contrario sus acciones confirmarán, como hasta hoy ha sido el caso, que su actuación es tibia, gris y sectaria, por ello aprobaron la estupidez de la “consulta popular” so pretexto de la Antiley Bonilla, tratando de quedar bien con el patrón o como cuando decidieron acabar con la Comisión Especial del Sistema Estatal Anticorrupción, sin nisiquiera haber defendido el tema ciudadano de su integración o, como ahora con ésta Ley Gandalla; ojalá su carácter ciudadano lo veamos pronto en la toma de decisiones, de lo contrario corren el riesgo de ser simples calienta asientos con poco carácter, tan poco como el de la mayoría de sus compañeros. Su valemadrismo es tal que el mismo día en que la SCJN le dedicó la sesión más áspera y dura contra político alguno, el día en que los acusaron, muchos de ellos fueron parte de la anterior legislatura, de cometer actos de “corrupción a la Constitución, fraude a la democracia y en contra de las instituciones” nuestros diputados, sí, con minúscula, tuvieron la desfachatez de aprobar, una ley que les permitirá buscar su reelección sin ni siquiera dejar su curul.

La reelección debe ser permitida, pero sin que esta dependa de la postulación del partido, de esta manera habría incentivos a dar resultados en favor de la ciudadanía sin ser sólo un levanta dedos de lo ordenado por el instituto político por el cual fue postulado; con ello tendríamos diputados por méritos propios y no por hacerle el trabajo sucio a sus partidos. Los actuales son tan pequeños que en estos tiempos de emergencia en vez de estar legislando para la reasignación de recursos para la pandemia o para proteger la vida del personal médico que se la está jugando de a de veras, deciden aprobar una ley en la que ellos son los principales beneficiarios, la burra no era arisca, la hicieron a palos.

Un llamado para que por lo menos haya 3 cabildos municipales que les den una lección inolvidable al no aprobar su Ley Gandalla; es hora de tener algo más que dignidad, hoy se necesita tener pantalones.

*El autor es empresario, ex dirigente de la Coparmex Mexicali.

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