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Las vacas no dan leche

Lo mejor que le puede desear un padre a un hijo es que tenga una larga vida, que la vivan con alegría, siguiendo los pasos de la verdad.

Lo mejor que le puede desear un padre a un hijo es que tenga una larga vida, que la vivan con alegría, siguiendo los pasos de la verdad.

Un campesino acostumbraba a decirles a sus hijos cuando eran niños: “Cuando tengan 12 años les contaré el secreto de la vida”.

Cuando el más grande cumplió los 12 años, le preguntó ansiosamente a su padre cuál era el secreto de la vida, el padre le respondió que se lo iba a decir, pero que no debía revelárselo a sus hermanos; “el secreto de la vida es este: La vaca no da leche”.

“¿Qué dices?” dijo incrédulo el muchacho. “Tal cual lo escuchas, hijo: La vaca no da leche, hay que ordeñarla. Tienes que levantarte a las 4 de la mañana, ir al campo, caminar por el corral lleno de excremento, atar la cola y las patas de la vaca, sentarte en el banquito, colocar el balde y hacer los movimientos adecuados, ese es el secreto de la vida, la vaca no da leche. La ordeñas o no tienes leche.”

Hay una generación que piensa que las vacas dan leche. Que las cosas son automáticas y gratis: deseo, pido, y obtengo. Hay quienes piensan que las vacas dan la leche. Que las cosas son automáticas y gratuitas. No, la vida no es cuestión de desear, pedir y obtener. Las cosas que uno recibe son el esfuerzo de lo que uno hace.

La felicidad es el resultado del esfuerzo. La ausencia de esfuerzo genera frustración.

Demián ahora que estás cumpliendo tus 12 años es importante que sepas que “las vacas no dan leche” pero quiero que sepas que estas líneas son un regalo, una reflexión, un recordatorio. Es un regalo porque te lo doy con todo mi cariño y porque quiero que la guardes siempre. Es una reflexión porque quiero hacerte pensar en ti, en la vida y en los pasos que das. Es un recordatorio porque quiero que sepas que estoy aquí para apoyarte, para escucharte y para verte cometer tus propios errores.

En la vida te vas a encontrar con diferentes situaciones, algunas fáciles, otras no tanto. Cuando veas que algo se convierte en un obstáculo, lucha y sé valiente. Elige lo que creas más correcto y, si te equivocas, aprende y sigue adelante. Tú eres un jovencito maravilloso que puede lograr todo lo que se proponga, solo tienes que decirlo en voz alta y cumpliendo tus obligaciones.

Que nunca nadie te diga que no puedes porque no es así. Que nadie te frene ni te haga andar para atrás. No permitas que nadie reprima tus ganas de volar, de llegar lejos. El límite solo lo pones tú, porque eres alguien único y muy especial y porque encima de ti solo está el cielo.

Si tienes un sueño protégelo y cuídalo bien, puede que no se haga realidad hoy pero si diriges bien tus esfuerzos, algún día, se cumplirá. Feliz cumpleaños Demián.

*- El autor es Coordinador del Área Pericial del Instituto INJUS.

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