Lambisconería y Desdén
Es una pena atestiguar cómo hemos perdido la oportunidad de tener un gobierno sensible.
“Somos lo que Hacemos”
Es una pena atestiguar cómo hemos perdido la oportunidad de tener un gobierno sensible, con un enfoque humano que hubiera dejado atrás la frivolidad y corrupción; motivos centrales que dieron lugar a que López Obrador ganara la presidencia.
La corrupción, las ocurrencias y el desdén con el que el presidente está conduciendo a nuestro país así como el combate a la prensa que no se ha rendido a sus intereses son una terrible noticia para nuestro país; muestra de ello es el desplegado, de una lambisconería no vista en décadas, firmado por los 17 gobernadores de extracción morenista, políticamente subordinados a la figura presidencial reviviendo el culto a la misma que no se veía desde los tiempos de Echeverría y de López Portillo, este último por cierto padre de otro José Ramón a quien llamó “orgullo de mi nepotismo”, hasta en eso se parecen.
La “pausa con España” es una clara idiotez que no demuestra otra cosa que una visión cerrada y anacrónica del presidente que culpa a la nación española por la conquista de un territorio que no era México por un reino que no era España. López Obrador se ha quedado sin su argumento de mayor peso, la honestidad y el desapego de lo material, no han pasado la prueba de su familia, al diablo el argumento de que el hijo no es responsabilidad del padre, tampoco el que la nuera tiene dinero; la realidad es que el hijo mayor que no puede explicar de qué y cómo vive, sin pasar por la sospecha del tráfico de influencias. Lo peor ha sido la reacción del presidente al atacar al periodista y a los medios que no le son afines.
Bonilla lo intentó en nuestro estado con aquellos que nos opusimos a su desgobierno, lo hizo con mi persona y con Octavio Sandoval; por cierto, ¿Sabía usted que el gobierno estatal con más irregularidades en la cuenta pública del 2020 a nivel nacional ha sido el que encabezó el Inge que no es Ingeniero ni será Subsecretario?; por ello gravísimo recordar que los “diputaditos” de la anterior legislatura le otorgaron un reconocimiento a su gobierno sin siquiera haberle revisado la cuenta pública; ni duda cabe, el ADN de Morena ha sido infectado por una lambisconería que no se había visto en años, ya sea se trate de nuestro estado o del país. Deberemos tener presente que a cuatro meses del actual gobierno estatal no se ha sabido de investigación alguna.
Nuestra clase política es el reflejo de nuestra sociedad, nuestra pasividad ha dado pie a que en los tres niveles de gobierno la corrupción haya sido el denominador común, eso no ha cambiado, pero si a ello se le suma el culto a la personalidad, la concentración de poder combinado con su mesianismo rancio y populista el daño ocasionado por López Obrador a nuestro país es terrible. En nuestro estado ciudadanos chiquitos le dieron en la madre al Sistema Estatal Anticorrupción, Bonilla encontró en su mediocridad, lambisconería y falta de pantalones el contrapeso necesario para construir un mejor gobierno; por eso los muertos, la deuda creciente, la falta de obra pública y la inseguridad, esto tristemente aplica a nuestro estado o al país entero, desafortunadamente el tiempo nos lo restregará en la cara, tal y como pasó en Baja California, ojalá no sea muy tarde.
*- El autor es empresario, ex dirigente de la Coparmex Mexicali.
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