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La importancia del padre

Recientemente, quedamos consternados por lo ocurrido en la escuela Robb en Uvalde, Texas, USA, donde Salvador Ramos, un joven de 18 años, llevó a cabo una masacre.

Recientemente, quedamos consternados por lo ocurrido en la escuela Robb en Uvalde, Texas, USA, donde Salvador Ramos, un joven de 18 años, llevó a cabo una masacre en la escuela primaria donde él había estudiado. Sin motivo alguno entró a uno de los salones de clase donde se encontraban niños de entre ocho y diez años, y con una potente arma, asesinó a 18 niños y tres adultos, dejando heridos de gravedad a otros más.

Desgraciadamente este no es un hecho aislado, en Estados Unidos y otros países, se han llevado a cabo matanzas, no con resultados tan terribles por el número tan grande de infantes asesinados, pero que de igual forma han sufrido padres de familia, abuelos, hermanos, lo que nos habla de un mundo por demás violento, y una sociedad podrida.

Lo más triste es ver cómo estas tragedias ya no sorprenden, se ha vuelto costumbre, y a muchos ni les interesa, claro, mientras no les afecte.

¿Por qué tan frecuentemente sucede esto? Hay varias razones, una de ellas la adicción desde niños a los juegos electrónicos, donde para subir de nivel en el juego, tienen que matar a más, y esto los desensibiliza sobre lo que en realidad es la muerte.

Cuando la violencia se vive en la familia, y los niños la sufren, son más propensos a un desequilibrio mental, y a utilizarla para resolver sus problemas.

Pero lo que, según el Dr. Warren Farrell publica en su libro “La crisis del niño”, en 26 de las 28 masacres ocurridas en USA, el común denominador de los agresores es haber crecido sin tener la figura paterna en su vida, o, la poca implicación del padre en la educación de los hijos.

De aquí la importancia del padre en la familia, una carencia que viven millones de niños, fruto de un libertinaje sexual sin control y sin responsabilidad de muchos jóvenes que visualizan a la mujer como objeto de placer, no como persona digna de todo respeto, y así, egoístamente van dejando hijos abandonados en uno y otro lugar, sin pensar en el daño tan grande que les hacen a esos pequeños que, al crecer sin ese cariño vital para su desarrollo emocional, son presas fáciles de abusos, burlas, baja autoestima, provocándoles amargura, resentimiento y rechazo a su vida.

Similar efecto negativo producen los niños, cuando los padres están ahí, pero no se involucran con los hijos, son indiferentes, no les dan cariño ni atención, no los conocen y al no sentirse amados por sus padres, buscan ese afecto en otros hombres tratando de llenar ese vacío. ¡ Aguas!

Hay un cantito que los niños el día del padre en la escuela le cantan a su papá: “Yo quiero ser como mi papá” ¡Qué responsabilidad! Porque un padre es ante todo ejemplo, los niños imitan lo que ven en casa y si queremos que sean hombres y mujeres de bien, tomemos en cuenta que es la familia quien siembra en su corazón, los valores humanos y espirituales, para que puedan lograrlo. Educar a los hijos con amor y disciplina, evitará sigan sucediendo tragedias tan terribles como la que hoy nos ocupa.

¡Mujer Mexicana forja tu Patria!

* La autora es consejera familiar.

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