La clase media ¿aspiracionista?
Después de la revolución mexicana hubo un incremento de las clases medias en el país que tuvo como consecuencia niveles de progreso que anteriormente no se tenían. La constitución de 1917 sintetizó en su momento las aspiraciones de la sociedad de la época y que en algunos casos sigue estando vigente por no haberse cumplido a cabalidad las demandas y aspiraciones del pueblo mexicano.
Después de la revolución mexicana hubo un incremento de las clases medias en el país que tuvo como consecuencia niveles de progreso que anteriormente no se tenían. La constitución de 1917 sintetizó en su momento las aspiraciones de la sociedad de la época y que en algunos casos sigue estando vigente por no haberse cumplido a cabalidad las demandas y aspiraciones del pueblo mexicano. Son las demandas planteadas lo que le permitieron a la clase media remontar de nivel económico y social en la rueda de la historia. Para el campesino, tierra para cultivar; para el obrero, la ley federal del trabajo; para la sociedad en general, el acceso a la educación laica y gratuita. Durante muchos años la clase media se esforzó por mejorar sus condiciones de vida, existen millones de historias de vida de personas que con mucho sacrificio estudiaron y trabajaron simultáneamente, esas personas son el resultado de la “cultura del esfuerzo” que vieron en la educación el vehículo adecuado para lograr la “movilidad social”.
Hoy nos desconcierta que el presidente de la república se “encolerice” por no haber obtenido los resultados favorables para su partido en la elección del 6 de junio pasado. Es lamentable ver que el ejecutivo federal, quien debe cumplir y hacer cumplir la ley y convocar a la unidad de los mexicanos, se atreva a culpar a la “clase media”. Mal hace en atribuir a la clase media de sus errores cometidos al gobernar un país de 130 millones de mexicanos desde el “púlpito de la pureza” en donde él es el único que tiene la verdad absoluta. Como un simple dictador, quiere imponer en la sociedad un solo discurso, una sola narrativa, un pensamiento único. “Estás conmigo o estás contra mí”, esa es la reflexión. Han sido millones de mexicanos que sumidos en la pobreza han remontado y aspirado a mejores condiciones de vida para ellos y su familia.
Sin duda, la educación impartida en las universidades del país ha contribuido a enriquecer nuestra patria, entregando a la sociedad a millones de profesionistas que trabajan en el sector público y privado, es esta clase media tan denostada en lugar de reconocerle sus aspiraciones a mejorar, es esta clase la que más paga impuestos y la que mantiene a una clase parasitaria que no produce nada, pero que consume la riqueza generada por la clase media. México se ha convertido en un estado asistencialista, que premia a los que no producen nada y castiga a los que producen. El presidente ha reprochado que exista una clase media en el país que busca ser como “los de arriba”, por lo que carecen de “escrúpulos” y agrega, “hay un sector de la clase media que siempre ha sido así muy individualista, que le da la espalda al prójimo, aspiracionista, que lo que quiere es ser como los de arriba y encaramarse lo más que se pueda, sin escrúpulos morales de ninguna índole, son partidarios de que el que no tranza, no avanza. Es increíble cómo apoyan a gobiernos corruptos, increíble”, lamentó en su conferencia matutina. Se refirió a los de mayor nivel educativo como ataviados de un pensamiento dominante del conservadurismo y que es un asunto que no tiene que ver con la racionalidad, con la objetividad, la verdad, no, es un asunto emocional, es una creencia por el dogmatismo, por el fanatismo de derecha, del conservadurismo, que según él pagan más impuestos los pobres y los trabajadores que los de arriba”. Hasta ahora, no se ha aquilatado en su justa dimensión lo que está haciendo el presidente, sin embargo, tendrá consecuencias ya que existen millones de mexicanos de clase media que se sintieron ofendidos, que en principio no creían lo que estaban viendo y escuchando. Lo declarado es “lacerante” en un futuro no muy lejano será un referente de lo que un gobernante no debe hacer, por supuesto la historia habrá de cobrarle la factura, por los “magros” resultados en la economía, seguridad, de la política y de marginación social. La pregunta que salta a la vista es ¿Cómo puede una persona que jamás ha trabajado, menos pagar impuestos, hablar así de una clase social que sostiene a millones de parásitos? Asumió el poder y presumió que sería el mejor presidente de la historia y que realizaría una 4T transformación equiparable al movimiento de independencia, reforma, revolución, pero al paso que va acabará en un “bodrio retardatario”.
*- El autor es economista egresado de la UABC.
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