Inexorable
Sin pretensión médica o científica; sino por los contundentes hechos que asolan a la humanidad: si uno no es precavido y se expone, el contagio del coronavirus es inexorable.
“El destino mezcla las cartas, y nosotros las jugamos”
Schopenhauer
Sin pretensión médica o científica; sino por los contundentes hechos que asolan a la humanidad: si uno no es precavido y se expone, el contagio del coronavirus es inexorable.
No a todos los contagiados les produce el mismo estado de gravedad; pero, a un número considerable termina por matarlos. Por más esfuerzos y atención médica competente, la muerte por asfixia llega a ser inevitable.
Es cierto, la mayoría de los enfermos se alivian. Porque hay organismos menos vulnerable y con sistemas inmunológicos más fuertes. Pero otros no lo resisten y requieren de atención hospitalaria especializada y muy bien equipada. Entonces, sus vidas penderán de hilos muy delgados.
Con objetividad y sin fatalismos, si la gente sigue saliendo a la calle sin cubrebocas, sin respetar la distancia mínima de metro y medio entre cada persona, y no se lavan las manos continuamente y a conciencia; el coronavirus puede entrar en cualquier organismo y lo que vaya a suceder después será de pronóstico incierto. Como en la ruleta rusa.
En contraparte: las carencias económicas, la pérdida del empleo, el cierre masivo de fuentes de trabajo causa un daño de proporciones mayúsculas. Ya se habla de recesión de la economía. Mucha personas no puede seguir en cuarentena que en realidad ya se convirtió en centena.
Sin embargo, muchos que no tiene que salir, lo hacen. Muchos pudiéndose proteger, no lo hacen. Todos ellos agravan la situación por simples matemáticas: a mayor número de infectados graves, menor capacidad disponible de atención médica hospitalaria.
En tales circunstancia y sin dramatismo: la salud y la vida de cada uno es responsabilidad de TODOS.
LA PALABRA DE HOY: INEXORABLE
El diccionario de la Real Academia Española de la lengua en forma directa y simple define lo inexorable como aquello que no se puede evitar.
Con mayor profundidad señalo que procede el latín 'inexorabilis' / “imperturbable y sordo a las súplicas” …
Y, al desmenuzarla, señalo el prefijo in- que equivale a no; al compuesto ex- “del interior al exterior”: al verbo 'orare', “rogar / suplicar”; y al sufijo -ble / “bilis” en latín.
Así que, si no se cuida del coronavirus, se contagiará inexorablemente por más que ruegue que no le dé.
DE MI LIBRERO: RECIÉN NACIDO DE MARIO BENEDETTI
“Ignorante del mundo y de sí mismo / deja el recién nacido su caverna / lejos y cerca de la piel materna / inaugura el candor de su egoísmo / mira en su entorno y es un espejismo / la apenas asumida vida externa / no es todavía despiadada o tierna / pero ya muestra señas del abismo / aprenderá sin duda ese paisaje / que poco a poco en niebla se convierte / y empezará a enterarse del mensaje / donde estará la clave de su suerte / ya ha reservado sitio para el viaje / sutil e inexorable hacia la muerte”.
Todo sucede en su debido tiempo y, aún así, uno puede alejarse del contagio que es inadvertido, indiscriminado, inexorable.
*- El autor es profesor de Redacción Creativa en Cetys Universidad.
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