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General vs municipales

El ríspido ambiente que se vive en las mesas de seguridad, que cada semana realizan las autoridades de los diferentes órdenes de gobierno, se puede palpar fácilmente.

El ríspido ambiente que se vive en las mesas de seguridad, que cada semana realizan las autoridades de los diferentes órdenes de gobierno, se puede palpar fácilmente. El secretario de Seguridad Ciudadana, el general Gilberto Landeros no pierde oportunidad para culpar a las corporaciones municipales de la inseguridad por la que atraviesa la entidad. Una animadversión notoria no sólo en las mesas técnicas, sino en las conferencias de prensa y por supuesto en las pláticas que sostiene con la gobernadora, Marina del Pilar Ávila Olmeda. No se niega que le asiste la razón en cuanto a la cantidad de elementos municipales que son muy superiores a cualquier otra corporación o en cuanto a los delitos patrimoniales que en algunos municipios no sólo no los han bajado, sino que han ido a la alza. Pero es evidente que la constante confrontación y culpas que el General les imputa a los directores de las policías municipales, no abona a tener una estrategia de seguridad sólida y con la mira puesta en el combate a la delincuencia.

A eso agréguele que el General tampoco ha logrado armar un plan que muestre su contundencia, en donde coordine todos los esfuerzos, donde haga efectiva una estrategia de prevención y embate al crimen organizado y desorganizado. El lunes 4 de julio se vio una desencajada y molesta gobernadora, Marina del Pilar Ávila Olmeda, luego del desastre que se dio durante el fin de semana previo, en el tema de asesinatos. Mataron a dos policias municipales en Tijuana; hubo una balacera en Playas de Rosarito; otra en el Valle de Guadalupe. El mismo fin de semana y a plena luz del día. Increíble y preocupante, sin lugar a dudas. La mandataria estatal, enojada por la situación por la que atraviesa el estado, les dijo que los delincuentes se están burlando de la autoridad. Marina del Pilar sabe y, muy bien, que necesita dar un golpe de timón en esa complicada área que cada vez se sale más de control.

El problema es que de acuerdo a un plan nacional para combatir a la delincuencia, sería el gobierno federal el que podría poner a un nuevo secretario de Seguridad Ciudadana en Baja California, en sustitución de Landeros. Es decir, de nueva cuenta pretenden poner a un nuevo encargado del área en el estado. Aunque en la entidad se manejan los nombres para sustituir al General, como son los casos de María Elena Andrade, Comisionada del Sistema Penitenciario; de Gloria Carpio, una agente que labora en la Secretaría de Seguridad y de Pedro Mendivil, director de Seguridad Pública Municipal de Mexicali, pareciera que a nivel local no hay margen de maniobra y vendría desde el centro del país “la solución”. Landeros culpa a los ayuntamientos de la inseguridad, dice que deben ser más responsables en su combate como primeros respondientes. Es lo que ha venido diciendo, pero él debe ser el estratega estatal, capaz de cohesionar y dirigir los esfuerzos. No debe ponerse a competir con las municipales, es decir, nadie le cuestiona que la estatal tenga que llegar a los eventos policíacos, antes o después de los municipales, sino cual es la estrategia integral que le da soporte a las demás corporaciones. Entonces la pregunta sería para qué se creó este híbrido de la secretaría de Seguridad Ciudadana y su Fuerza Estatal Ciudadana. Estamos jugando al acierto-error, hasta que las autoridades estatales o federales le atinen y mientras como en el “Tomatodo”, todos perdemos en Baja California. La verdad sea dicha.

* La autora es directora del portal MF Noticias Mexicali.

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