Edición México
Suscríbete
Ed. México

El Imparcial / Columnas / Columna Mexicali

Fracaso total

No hay ninguna duda del claro fracaso de los tres niveles de gobierno, véasele por donde se le vea, con respecto a la violencia y la delincuencia que padecemos.

Por el derecho a la libertad de expresión

No hay ninguna duda del claro fracaso de los tres niveles de gobierno, véasele por donde se le vea, con respecto a la violencia y la delincuencia que padecemos. No solo las zonas donde distribuyen las drogas ilegales les pertenecen, el crimen organizado es el dueño del destino de todos los estados de la república mexicana. No existe un solo lugar del país en el cual no hayan cometido un delito, ni un espacio en el cual no ejerzan el poder que se han ganado a la fuerza y con el uso de las balas. México está a merced de la delincuencia y las políticas que el estado mexicano a instrumentado contra esta situación, carecen de efectividad y son inútiles. Las acciones del crimen organizado son más temerarias y agresivas, en el sentido de que retan a los centros de la alta política con sus atentados. No tardan en demostrar su poder dejando cabezas decapitadas o restos humanos, en las oficinas de los más altos funcionarios de gobierno, como la Secretaría de Gobernación o la Presidencia de la República.

Las campañas políticas que acaban de pasar rebosaban de consignas contra la delincuencia, y aseguraban que nuevos y mejores tiempos nos esperaban. Las frases de que enfrentarían a los malos con todo sonaban huecas y así se desinflaron. El Ejército, la Marina, la Guardia Nacional y todas las corporaciones policíacas existentes en el país, no tienen la capacidad, la disposición, el valor ni la determinación para combatir al crimen organizado. A como vemos los escenarios diáriamente, la batalla está perdida, pues cuando enfrentan a un grupo en una ciudad o pueblo, surgen varios más que atacarán en otras partes. Es una real guerra de guerrillas, con el agregado de que el uso de armas no tiene parangón, pues estamos inundados de ellas.

Hace apenas unos días se celebró el día del policía y se vertieron discursos adulándolos, realzando sus características positivas, tratando de hacernos creer en ellas, pero no es posible borrar la realidad de que la corrupción reina en las corporaciones policíacas. Durante la investigación de la escena del crimen de El Moreno, principal generador de la violencia en Tecate, desaparecieron, según denuncian los periodistas, el celular y la cartera de esta persona. ¿Por qué se la robaron? ¿Cómo es posible que sucediera esto entre tantos agentes policíacos? Con el celular y la cartera perdidos se va una importante fuente de información, que no podrá recuperarse. Los policías corruptos no lo pudieron proteger del atentado, pero si cierran el camino para que la información que tenía no se haga pública. Con un estado de cosas de este talante, muchos años tendrán que pasar para que impere la ley y se someta a la delincuencia. Los ciudadanos tranquilos y los que criticamos la anarquía imperante, pagaremos la cuota que nos corresponde hasta que las cosas cambien y sea la ley la que impere. Pero por desgracia, esto no sucederá en nuestro período de vida. Con un gobierno que prefiere hacer llamados verbales a utilizar la fuerza de las armas contra quienes disparan sin discriminar, la seguridad de tener muchas más fatalidades es inevitable. Vale.

* El autor es licenciado en Economía con Maestría en Asuntos Internacionales por la UABC.

Sigue nuestro canal de WhatsApp

Recibe las noticias más importantes del día. Da click aquí

Temas relacionados