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Fernando Jordán, viajero peninsular

Cuando los viajeros visitan Baja California parece que sólo tienen ojos para las diversiones mundanas que las ciudades fronterizas siempre han proporcionado: bebidas, juegos de azar, sexo y espectáculos de todo tipo para toda clase de gustos.

Cuando los viajeros visitan Baja California parece que sólo tienen ojos para las diversiones mundanas que las ciudades fronterizas siempre han proporcionado: bebidas, juegos de azar, sexo y espectáculos de todo tipo para toda clase de gustos. O, por el contrario, los visitantes nada quieren saber de tales diversiones y se lanzan a explorar los lugares donde la naturaleza domina sobre la civilización y escasamente ha sido tocada por la mano de los seres humanos: sierras, desiertos, costas, mares, valles. Pocos viajeros toman en cuenta ambas realidades y las convierten en crónicas periodísticas, en obras literarias que perduran como testimonios vitales de lo que es viajar por nuestra península, conociéndola a fondo, entendiendo sus misterios y maravillas por igual, conviviendo con sus pobladores en urbes modernas tanto como en poblados lejanísimos. Uno de estos viajeros, uno que nos ha dejado una vasta obra dedicada a nuestra región, fue el periodista Fernando Jordán (1920-1956), quien vino en tiempos en que nuestra entidad era aún el Territorio Norte de la Baja California y cuando aquí gobernaba el licenciado Alfonso García González.

Fernando Jordán escribió tres libros de viaje imprescindibles no sólo para valorar el otro México –que era como él llamaba a Baja California–, sino obras básicas de la literatura de viajes del siglo XX por su prosa entusiasta, su visión lúcida y su retrato preciso de los avatares de los habitantes de esta parte del mundo. Sus libros son: El otro México. Biografía de una península (1951), el único que publicó en vida; Mar Roxo de Cortés. Biografía de un golfo (1995), y Baja California, tierra incógnita (1996), estos dos últimos rescatados del injusto olvido, medio siglo después de su escritura, por los investigadores Aidé Grijalva y Felipe Gálvez.

En estas crónicas de viaje, Jordán sigue la ruta peninsular y lo mismo explora las sierras y desiertos peninsulares que navega por el mar de Cortés en una barca y sin más interés que volver a la vida natural, que explorar las costas de la Baja California de los años cincuenta. Armado de una prosa periodística que capta lo esencial del paisaje y lo traduce en aventura narrativa, Jordán es el cronista por antonomasia de nuestros mares, islas y costas. Un hombre capaz de ver las riquezas marinas no con afán de lucro sino con asombro e inocencia, como si se presentaran por vez primera a su consideración; un escritor que observa la vida comunitaria peninsular como una realidad aparte, plena de calma, belleza y serenidad.

Era el año de 1951 y la experiencia del viaje por el Mar de Cortés a bordo del Urano y luego del naufragio de éste, a bordo del Abel Miranda, fue publicada en la revista Impacto de la ciudad de México. Sin embargo, al contrario de su libro El otro México, Jordán no tuvo oportunidad de publicar sus artículos sobre esa travesía en forma de libro. Tendrían que pasar varias décadas para que esto se diera gracias a la labor hemerográfica de los historiadores Felipe Gálvez y Aidé Grijalva Larrañaga, quienes rescataron estos textos y los reunieron cronológicamente. El resultado fue la publicación del libro Mar Roxxo de Cortés. Biografía de un golfo (1995), que es la visión mexicana más significativa sobre esta región del país en el siglo XX. Como lo dice en el prólogo Felipe Gálvez, a Jordán “nadie lo detiene en su afán de conocer, probar, experimentar, ver, recorrer. Y cuando los rastros que mira o las maneras de vivir excitan su intimidad, prorrumpe en pasajes escritos con voz de poeta”. Ya que este periodista, lo mismo que muchos otros exploradores de nuestra península y sus mares, descubre aquí un mundo diferente, inmaculado incluso.

La travesía de Fernando Jordán es la del nauta afortunado que anda en pos de vivencias extremas, de hallazgos visuales, de encuentros con lo inesperado. Mar roxxo de Cortés es la crónica periodística de una expedición marina concebida y llevada a cabo por Fernando Jordán, el periodista en busca de prodigios, y sus amigos y compañeros en esa aventura. En todo caso, este libro es un homenaje a nuestras riquezas naturales y humanas, a las personas que se topa en su periplo como a los seres vivos que le salen al paso. Un homenaje a la naturaleza bajacaliforniana hecho por un periodista que supo ver en ella lo veraz, lo único, lo incomparable.





* El autor es escritor, miembro de la Academia Mexicana de la Lengua.