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Expropiar nuestro futuro

Nuestro país demanda de sistemas de gobierno que funcionen, no de caudillos o iluminados, por ello veo con preocupación el estilo de gobernar de López Obrador.

“Somos lo que Hacemos”.

Nuestro país demanda de sistemas de gobierno que funcionen, no de caudillos o iluminados, por ello veo con preocupación el estilo de gobernar de López Obrador, unipersonal, poco reflexivo, anclado en el pasado, sin capacidad de escuchar opiniones ajenas a la suya; tal y como la forma en la que Bonilla conduce el gobierno del estado, uno en el que la frivolidad, la falta de preparación y en el que ninguno de sus integrantes tiene el carácter para decirle al gobernador que se equivoca, cuando este comete un error de política pública; que el secretario de salud no le haya advertido la crisis que habrá si la cooperación que a través del estado hacemos los ciudadanos a la Cruz Roja se interrumpe, habla del cortoplacismo que impera en el circulo cercano al gobernador, más preocupados por conservar su chamba que por el daño que sufrirán los bajacalifornianos por no tener los servicios de la Benemérita.

Que cada quien asuma el peso de sus acciones, desde los ciudadanos que temerosos de no decir las cosas de frente le temen al gobernador hasta los que han decidido ser cómplices de la sinrazón que un día decidió comprar “a 21 diputados lamebotas” para quedarse 3 años más que lo votado por los bajacalifornianos, deshacer el Sistema Estatal Anticorrupción, hacer a su compadre Fiscal General, romperle la madre a los tijuanenses por un pleito con su alcalde, condenar a los ensenadenses al imponer a su empleado, hacer, como lo hizo Hank en su momento, de la mujer su animal favorito con descalificaciones a la alcaldesa de Tecate, haber convertido al Congreso del Estado en una oficina bastante menor, ser el responsable directo de que se haya perdido la oportunidad de crear mejores empleos por no haber defendido el estado de derecho al no haber defendido la multimillonaria inversión en Mexicali, ser responsable de no tener ni siquiera la capacidad de proveer los mínimos requerimientos para proteger al personal que se juega la vida en la pandemia para terminar siendo el responsable que Cruz Roja deje de tener el mecanismo más importante para hacerle frente a una obligación que el estado, que él dirige, tiene la obligación pero carece de la capacidad de atender, ser agente de auxilio en accidentes y dar atención médica de calidad y sin corrupción.

Si renunciamos a defender nuestro presente terminarán por expropiarnos el futuro a miles en nuestro estado, nosotros debemos tener la capacidad de reconocer que el daño que seguirá haciendo en nuestro estado es del tamaño de nuestros miedos o fortalezas. Si se da el caso, como hasta ahora, de ciudadanos agachados, funcionarios mediocres y de políticos más interesados en ser candidatos que en hacer buenos gobiernos seguiremos renunciando a la posibilidad de defender a nuestra gente, a nuestro estado, a cambio de las migajas que implica no defender lo que como ciudadanos estamos obligados a hacer.

A la corrupción que sigue siendo el común denominador de la política en nuestro estado ahora hay que sumarle el peligro de la sinrazón que es el autoritarismo con el que se está gobernando; el ilegal cobro a empresas sin el debido proceso, el desplante de expropiación de la propiedad privada y el ataque a la Cruz Roja son clara muestra de ello, de quedarnos callados nos expropiaran el futuro. ¿Por dónde empezamos?

* El autor es empresario y ex dirigente de Coparmex Mexicali.

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