Enseñar a desobedecer, propuesta de la CNTE para sus alumnos
Un alumno “debe comenzar por desobedecer y resistir a las imposiciones institucionales, culturales y consumistas como primeras acciones contrahegemónicas”, menciona el proyecto que estos angelitos de la CNTE han llamado “el proyecto de educación alternativa” y que han tenido la desfachatez de entregar al Presidente Lopez Obrador.
“El objetivo de la educación es la virtud y el deseo de convertirse en un buen ciudadano.”
Platón
Un alumno “debe comenzar por desobedecer y resistir a las imposiciones institucionales, culturales y consumistas como primeras acciones contrahegemónicas”, menciona el proyecto que estos angelitos de la CNTE han llamado “el proyecto de educación alternativa” y que han tenido la desfachatez de entregar al Presidente Lopez Obrador.
En días pasados la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, organización disidente del SNTE (Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación) con presencia en Michoacán, Oaxaca y Chiapas recurrió al bloqueo de vías de comunicación, plantones y hasta quema de vehículos para exigir atención a sus demandas, logrando la atención del Presidente y su equipo, obteniendo como resultado que se incorporaran sus exigencias al proyecto de leyes secundarias en materia educativa.
En su documento, la CNTE considera que es necesario: “que el docente tenga un currículum crítico, con una formación integral, humanista y emancipadora desde la desobediencia, resistencia, lucha y construcciones, rompiendo con el enfoque técnico e instrumental de la educación tradicional”.
Al final lograron que se les permita participar en las promociones docentes, cancelar toda evaluación educativa, ni siquiera como diagnóstico y asegurar que se contratará automáticamente a los egresados de las normales.
En una lástima que, en materia educativa, a pesar de los grandes recursos que destinamos a esta materia, sigamos con un desempeño tan desastroso y prueba de ello, son los resultados arrojados por la prueba PISA, esa que tanto odian nuestros sindicatos pero que nos contrastan con el resto del mundo.
Pisa es el programa para la Evaluación Internacional de Estudiantes (PISA, por sus siglas en inglés) de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) que se aplica cada 3 años y busca conocer en qué medida los estudiantes de 15 años son capaces de utilizar los conocimientos y habilidades necesarios para hacer frente a las situaciones y desafíos que les plantea la sociedad actual.
La prueba PISA 2015, fue aplicada en 72 países en el mundo, midiendo varios aspectos del rendimiento escolar, en las áreas de ciencias, lectura y matemáticas. En el caso de México, fue aplicada a siete mil 568 alumnos.
El resultado mundial arroja que el país número uno es Singapur y a nivel latinoamericano Chile es el primero de la región, con el lugar 44, seguido de Uruguay (47) y Costa Rica (55), México tiene el nada honroso lugar 58 de 72 en el mundo.
Según Gabriela Ramos, Directora de Gabinete y Sherpa de la OCDE, México no obtiene mejores resultados, porque el Sistema Educativo no está enfocado en recompensar el mérito de alumnos y docentes, pese a que se está invirtiendo por alumno 27 mil 848 dólares entre los seis y 15 años, y que los maestros mexicanos están bien pagados. Aunado a esto está el tema sindical que no permite respirar al sistema.
Efectivamente, México, como algunos países latinoamericanos, invierten mucho en educación, igualando casi la media de los países de la OCDE, la cual es del 6% del PIB, sin embargo, se producen resultados pobres, porque el tema no son los recursos, sino la forma de aplicarlos y la intransigencia sindical que no permite la modernización de la educación.
*- El autor es asesor empresarial en cabildeo
ACLARACIÓN: Por causas ajenas a esta Casa Editorial la columna "Exegesis", que escribe catedrático de la UABC Arnoldo Castilla, en la edición de hoy.
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