Elección federal y estatal
La elección de 2021 será histórica por la cantidad de posiciones políticas que estarán en juego, se renovará la Cámara de Diputados federal y coincidirá con la elección de 15 gubernaturas, 30 congresos locales y 1900 ayuntamientos y juntas municipales.
La elección de 2021 será histórica por la cantidad de posiciones políticas que estarán en juego, se renovará la Cámara de Diputados federal y coincidirá con la elección de 15 gubernaturas, 30 congresos locales y 1900 ayuntamientos y juntas municipales. Desde el centro del país es fácil leer esta jornada como un proceso federal, donde la popularidad del presidente, el desempeño del gobierno federal, las decisiones legislativas y las campañas de los partidos nacionales serán determinantes. Sin embargo, no debemos olvidar que éstas también serán elecciones locales, y que la política local en cada estado tendrá gran importancia al momento de elegir legisladores, alcaldes y gobernadores.
Esta elección, sin embargo, plantea una serie de retos, así como los factores que incidirán en los resultados, debemos prestar atención al nivel local y estatal como espacios de negociación y toma de decisiones. Aun cuando es una elección federal las restricciones a los gobernantes de cada estado y localidades estarán acotadas por la ley, incluyendo al presidente de la república, a pesar de conminar a las personas que reciben subsidios, como estudiantes, personas de la tercera edad, así como personas con capacidades diferentes. No habrá, por tanto, por más que lo deseen injerencia directa, desde el púlpito de la pureza, llamados a ejercer su voto.
Hasta ahora los funcionarios federales están intentando, no lo sé con certeza si lo están logrando, vincular la aplicación de la vacuna del COVID 19 a la campaña electoral. Las campañas se van a dirimir en las redes sociales y millones de personas de la tercera edad no están familiarizados con estas tecnologías, la única forma de sacar a los votantes el día de elección tendría que ser con los acarreos tradicionales. Una elección inédita, donde los estrategas de todos los partidos se encuentran diseñando las mejores formas de comunicarse con el electorado. Una coyuntura compleja, en donde las campañas serán estatales, serán dirigidas, aunque se diga lo contrario por el gobernador en turno que se convierte de facto en el jefe de campaña y Baja California no será la excepción. Todos los gobernadores en sus respectivos estados, sobre todo los de Morena están comprometidos a ganar para quedar bien con su jefe y darle continuidad al proyecto de la 4T.
Además de lo anterior, intentarán manipular el gasto público traducido en obras para ganar y que no llegue al poder otra persona distinta y de otro partido, para no ser perseguido e investigado en caso de haber cometido un ilícito a las arcas del erario público. Aquí en nuestra región se habla en demasía de los diferendos que ha tenido el ejecutivo con políticos de su mismo partido y también con el sector privado que se ha visto agraviado, sobre todo por los cobros o adeudos, según el gobierno, no liquidados. La elección de los candidatos de Morena serán unos grandes retos, si tomamos en cuenta que como partido en el poder necesita escoger a sus mejores hombres y mujeres. No será tarea fácil conciliar los intereses de las corrientes que se disputarán internamente para ser electos, si tomamos en cuenta lo heterogéneo de los grupos que van de la extrema derecha a la extrema izquierda con sus distintos matices.
Por ello, el gobernante en turno tendrá que poner orden a todos los aspirantes y no se le vayan a desbordar tal y como ha ocurrido en el resto del país. Él será sin duda, el responsable de los triunfos o fracasos. ¿Cómo van a motivar al electorado? ¿Si no habrá mítines, ni concentraciones masivas? Aquí en Baja California fue el primer triunfo de Morena en la gubernatura, será este el preludio de una pérdida, a pesar de las declaraciones triunfalistas de carro completo. Morena fue un movimiento que llevó a la victoria a López Obrador, hoy ya no aparece en la boleta, ¿volverá a triunfar ante la ausencia del presidente? No sabemos, la moneda está en el aire. ¡Recordatorio sin vacuna no hay voto!
*- El autor es economista egresado de la UABC.
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