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El silencio y los contrapesos

En medio de las protestas sobre la Guardia Nacional que realizaron miembros de la Policía Federal, que no se quieren incorporar a esa organización, uno de sus líderes mencionó que debería de asesorarlos el ex presidente Felipe Calderón Hinojosa.

En medio de las protestas sobre la Guardia Nacional que realizaron miembros de la Policía Federal, que no se quieren incorporar a esa organización, uno de sus líderes mencionó que debería de asesorarlos el ex presidente Felipe Calderón Hinojosa. Esta sola mención, generó declaraciones del presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador que de manera encubierta señaló que había mano negra detrás de los policías que se negaban a dejar esa corporación para integrarse a la Guardia Nacional, aduciendo que sus derechos se estaban violentando. Fue este el pretexto también para que Durazo insinuara que detrás de ese movimiento se encontraba el ex presidente Calderón. Sin duda, este fue el pretexto ideal para que Calderón saliera a los medios a defenderse y a decir que si tenían “pruebas que las presenten” si no que tendrían que darle una disculpa pública. En una entrevista televisada Calderón declaró que estaría en la boleta en julio de 2021, ya que no tiene impedimento legal que consigne la Constitución Política de nuestro país. La práctica generalizada, regla no escrita, es que los ex presidentes una vez que dejaban el cargo, regresaban a la vida privada guardando silencio y no opinar nada acerca de su sucesor. Hubo en tiempos del PRI, casos excepcionales en los cuales algunos ex presidentes fueron designados por su sucesor en tareas gubernamentales. Hoy se viven nuevos tiempos, nuevos contextos, nuevos paradigmas.

Con este incidente Calderón ha resucitado por sus propios detractores, momento magnífico, cuando más necesita que se hable de él, ha salido de las catacumbas y hoy vuelve a la escena política en busca de reflectores que lo vuelvan a posicionar con la gente ya que busca obtener el registro de su nuevo partido “México Libre”. Creo que sería el primer ex presidente en la historia de México que ocuparía una posición de representación popular después de haber dejado la primera magistratura del país. Se ha fracturado la regla no escrita de los ex presidentes que le dieron fama al PRI, que una vez terminada su gestión, pasaban a la vida privada. No ha sido el caso de Felipe Calderón y Vicente Fox, obviamente ellos lograron el poder por un partido diferente al PRI y no están acostumbrados a la disciplina que ejerció este instituto político hoy en extinción.

Indudablemente, este activismo político desplegado por estos dos ex presidentes tratando de mantenerse activos y aspirar a ser contrapesos para evitar los excesos en que pudiera incurrir el presidente López Obrador, quien se encuentra en la escena política sin una verdadera oposición, con un poder legislativo mayoritario en donde MORENA hace y deshace, lo que les conviene o lo que le dicta el presidente. Lo cierto es que los contrapesos son importantes para evitar una dictadura o un presidente absolutista que acapare todo el poder en un país y para evitar excesos. Y para evitar que se elaboren iniciativas y leyes a contentillo del presidente o de grupos de poder como el caso de Baja California.

Hasta hoy, nadie ha levantado la mano para que, de facto se convierta en un verdadero contrapeso, necesario en toda democracia. Siempre hemos aspirado a ser un país libre y soberano a pesar de los embates de nuestros vecinos, por ello, necesitamos una cámara de diputados y senadores activos que participen y que coadyuven con su quehacer a la elaboración de leyes que garanticen libertad y democracia. Hoy se requiere de un verdadero líder moral para evitar los excesos de los gobiernos, y al parecer no hay personaje alguno con ese requisito y que pueda llenar ese vacío.





*El autor es economista egresado de la UABC