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El moderno “Amor en los tiempos del Cólera”

Se dice que para esta novela García Márquez se inspiró en la relación que tuvieron sus padres; lo cierto es que siempre me ha parecido una obra llena de amor eterno que sobrepasa a la vida misma.

“... y lo asustó la sospecha tardía de que es la vida, más que la muerte, la que no tiene límites.”

Gabriel García Márquez

Se dice que para esta novela García Márquez se inspiró en la relación que tuvieron sus padres; lo cierto es que siempre me ha parecido una obra llena de amor eterno que sobrepasa a la vida misma.

Sus protagonistas, Florentino Ariza y Fermina Daza, comienzan una relación epistolar apasionada, que desde su inicio provoca que Florentino le pida a su amada se case con él, sin embargo, los planes cambian, pues al enterarse el padre de ella, de esta relación, la manda a vivir muy lejos para luego convencerla de casarse con un médico, el Doctor Juvenal Urbino, que está obsesionado con erradicar el cólera, la enfermedad que le ha quitado la vida a su padre.

Mientras tanto, Florentino decide hacerse merecedor de Fermina, trabajando duro para labrarse un buen futuro, esperando pacientemente por años que su amada enviude y se vuelva a fijar en él.

Cuando el Doctor Urbino fallece, Florentino reinicia el cortejo a Fermina y la invita a pasear en uno de los barcos de la compañía que ahora dirige. Fermina Daza, ahora viuda, accede y zarpan por los grandes ríos, se enamora de él y el crucero se convierte en una especie de luna de miel, pese al hecho de que las orillas del río por donde pasan, han quedado deforestadas y los pueblos vacíos a causa del cólera.

Para evitar que Fermina quiera terminar el viaje, Florentino ordena al capitán que ondee una bandera amarilla, en señal de que se ha descubierto el cólera en el barco. Con esta excusa, el barco comienza a navegar sin pasajeros. Así el barco llamado “Nueva Fidelidad”, se convierte en el escenario del renacimiento de un amor que nació juvenil, que se saltó los años de un largo matrimonio y llegó hasta la edad dorada para volver a iniciar, justo “cincuenta y tres años, siete meses y once días” después.

Aunada a esta bellísima novela, existe otra de Alessandro Frezza, titulada: «El Capitán y el mozo», en la cual el Capitán intenta calmar a un niño que se encuentra desesperado por la cuarentena que les impide desembarcar.

El Capitán le relata otra cuarentena vivida años atrás y de cómo se sobrepuso a ella, primero todo fue desesperación, pero después logró calmar su espíritu y crear hábitos sanos, al principio seleccionado los alimentos más sanos para su cuerpo, después estableciendo el hábito de la lectura diaria, luego realizando ejercicios de respiración y tiempos de oración para agradecer los alimentos y la salud con que contaba. Todo esto se convirtió en un modo de vida que ahora conserva.

“Todo lo que podemos obtener enseguida, nunca es interesante. La espera sirve para sublimar el deseo y hacerlo más poderoso. Me había privado de alimentos suculentos, de botellas de ron… Me había privado de jugar a las cartas, de dormir mucho, de ociar, de pensar solo en lo que me habían quitado.” Ahora medito y agradezco, decía el Capitán

Creo que es tiempo de agradecer al Creador (Dios, Jehová, Buda, o como el lector quiera llamarle), sobre todo lo que tenemos y de cómo podemos ayudar a otros menos favorecidos. Cambiemos nuestra forma de afrontar esta cuarentena.

*- El autor es asesor empresarial en cabildeo.

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