Edición México
Suscríbete
Ed. México

El Imparcial / Columnas / Columna Mexicali

El ‘caos’

Según las cosmogonías griegas, el caos es el estado en que se encuentra la materia, antes de la existencia del mundo tal como lo conocemos.

Según las cosmogonías griegas, el caos es el estado en que se encuentra la materia, antes de la existencia del mundo tal como lo conocemos, y del que surgirán las fuerzas organizadoras del universo, del cosmos y del orden. Por lo general la idea de caos alude a la falta de orden, a la desorganización o al desconcierto. Algo que es un “caos” carece de estructura, de lógica o de criterios que le permitan una disposición adecuada. De acuerdo con la Real Academia de la Lengua, el orden es la colocación de las cosas en el lugar que les corresponde, una buena disposición de las cosas entre sí. Por otro lado, se considera caos al desorden y la confusión. En cambio, en la “entropía” se indica el grado de desorden de un sistema, y, por lo tanto, es la tendencia de pasar de un estado de orden a un estado de desorden (caos).

¿Será esto lo que está ocurriendo en nuestro país? Desde el inicio de la presente administración no se ha visto otra cosa que desmantelar las instituciones cuyas funciones están consignadas en nuestra carta magna y que hasta ahora le han dado viabilidad económica y social al país. El país está dividido, enfrentado y fragmentado. La pandemia ha contribuido de alguna manera a ahondar todas estas inequidades, hoy hay pobres que antes del inicio de la administración, no se ha hecho otra cosa que abrir frentes por todos lados. El caos ha sido la marca de la casa. Se ha enfrentado con empresarios, académicos, universidades, por decir lo menos, ya que necesitaríamos muchas cuartillas para señalar tantos desaciertos.

¿Será el caos y el desorden donde este gobierno sustenta sus acciones para lograr adueñarse del control político total del país? El caos y el desorden es el espacio donde se mueve como pez en el agua. “López Obrador ha reconocido que estamos pasando por una crisis transitoria y que la situación no le hará modificar su intento de eliminar la corrupción para que haya justicia en el país, por lo que esta situación le vino como “anillo al dedo” para afianzar la cuarta transformación”. Hasta ahora, lo que más está resintiendo México, es la inseguridad, desempleo, subempleo y el crimen organizado que continúa masacrando personas. La lucha contra la corrupción e impunidad, se olvidó.

Si bien, le ha tocado una coyuntura sanitaria inédita en el país y en el mundo, esto no es motivo para desatender, sino al contrario, debieran agarrar el toro por los cuernos y poner a todos sus colaboradores a solucionar sus respectivas problemáticas que enfrentan sus dependencias. Debieran, también, aplicarse más, en el tema de la pandemia ya que siempre se envían mensajes erróneos a la población, no dicen la verdad y esconden información para crear cortinas de humo. Eso no ayuda, desconcierta y las personas humildes se creen lo que les dicen. Si los partidos de oposición se encuentran inermes y carentes de liderazgo con el suficiente arrastre, entonces ¿quién hará la oposición? La única fuerza posible capaz de dar un vuelco y cambiar las cosas, es la clase media, aquella que ha sido tan injuriada y criticada en esta administración.

¿Qué es lo que pretende?, alargar su periodo, erigirse como el poder tras el trono, o instaurar una dictadura de partido, como lo han dicho algunos, “llegamos para quedarnos tres sexenios más”. Las complicaciones de salud que ha tenido el presidente, lo inhabilitan para alargar su periodo administrativo, sin embargo, él ha declarado que ya tiene su “testamento político”, en caso de ausencia permanente, sin embargo, se le olvida que existen en la constitución las normas necesarias que indican qué se debe de hacer en caso de una ausencia prolongada. Además, ese “testamento”, no tiene garantía de que se lleve a cabo, puesto que, a falta del líder del movimiento, sin duda los enfrentamientos entre la militancia morenista se daría de forma encarnizada. Por lo pronto, observamos que el caos no es producto de la casualidad. Es una acción, a todas luces planeada para crear confusión e inestabilidad para que los medios masivos de comunicación y las redes sociales difundan profusamente mentiras, y él continúe desviando la atención para evadir los verdaderos problemas del país. Esto es ya una “entropía”, es un desorden organizado.

*- El autor es economista egresado de la UABC.

En esta nota