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El INE

Ante todo y al margen del contenido esta columna, deseo de manera sincera que el presidente Andrés Manuel López Obrador, se recupere pronto de la invasión del Coronavirus, sin más.

Ante todo y al margen del contenido esta columna, deseo de manera sincera que el presidente Andrés Manuel López Obrador, se recupere pronto de la invasión del Coronavirus, sin más.

Mucha historia ha transcurrido en México en torno a las elecciones para presidente de la República desde aquella fundación del PAN, Partido Acción Nacional, en 1939. cuyo fundador fue Rafael Preciado Hernández.

Un número importante de panistas han figurado o destacan en la historia del panismo más por falta de espacio pudiera solo destacar a Luis H. Álvarez, Manuel Gómez Morín e incluso al propio Digo Fernández de Ceballos y Manuel Clouhier, peros esta columna no trata de la trayectoria del PAN en México sino de las elecciones presidenciales en nuestro país.

Durante los primeros gobiernos postrevolucionarios, de hecho el PRI y su antecesor dominaban el panorama nacional. Aun con este predominio total sin contrapesos, el PAN con sus primeros candidatos fue causa de multitudes inconformes con el partido del gobierno, sobre todo con aquellas concentraciones de católicos inconformes con el presidente Plutarco Elías Calles, causante de la Revolución Cristera y que eran además, fieles seguidores de su religión y naturalmente de la virgen de Guadalupe. Hubo conatos de violencia y participación del ejército en aquellas primeras elecciones de finales de los cuarenta y principio de los cincuenta. El dominio del PRI era total, e incluso dueño de todos los organismos electorales.

Aun en mi juventud ya en Baja California fui testigo del control del gobierno, de los procesos electorales. Control total; sin jueces ni juzgadores electorales independientes. Fueron aquellos años, tiempo de la “Dictadura Perfecta”, de acuerdo con el juicio penetrante, trascendental del escritor peruano. Mario Vargas Llosa. Tal pareciera, y me salgo de tema, que aquellas décadas quedaron en la nostalgia de nuestro presidente: Andrés Manuel López Obrador, ya que al parecer le molesta mucho el INE, institución electoral actual en el México

El principal asunto aquí, es la crítica permanente de Obrador contra este organismo electoral que por cierto lo llevó a la presidencia.

Por más de 50 años las autoridades electorales de México en mano de los gobiernos priistas subsecuentes; la búsqueda de los partidos políticos por un organismo electoral independiente se logra con la formación del INE; (costoso por cierto), pero con una serie de normas o articulado que concede consistencia legal de forma totalmente independiente del poder del presidente en turno, tal debe ser pero a Andrés López Obrador al parecer le molesta que este organismo le quiera coartar su libertad de expresión en sus maneras al impedirle referirse a asuntos electorales, en tiempo de elecciones. Esta postura incluso, morenitas destacados como el presidente de Morena Mario Delgado, se ha convertido en un émulo del presidente; un émulo apasionado, casi maniqueo.

Pero debemos entender que por todo el mandato de Obrador en sus mañaneras ha convertido en un permanente discurso, (sermón),contra sus adversarios. Sale sobrando en consecuencia, reclamar su libertad de expresarse en el caso que me ocupa; reitero que sale sobrando. Si su permanente letanía en contra de neoliberales y conservadores es permanente. Esto a la vez, le ha favorecido enormemente para lograr millones de ciudadanos que votan por Morena. Él lo sabe; e incluso con todo el poder que lo tiene, hace estratégicamente uso de esta multitud en su favor. Obrador, reitero, lo sabe e incluso presume de esta fuerza, haciendo ironías contra sus oponentes.

Finalmente su libertad para desprestigiar ha sido permanente en todo lo que va de su gobierno. Sobra de hecho su reclamo al INE. No ha habido otro presidente con más uso de esta libertad para atacar a sus adversarios, así de simple. Su reclamo al INE exigiendo que no se le coarte su libertad de informar al pueblo, de hecho, es como una broma; una broma incluso cargada de ironía, y conste que no digo una broma maldita.

Sin embargo, reitero, mis mejores deseos para el presidente Andrés Manuel López Obrador, deseándole pronta recuperación del coronavirus.

*- El autor es artista plástico.

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