El Coronavirus
Dos temas se mezclan de manera invasiva en un tejido social mexicalense que lucha por salir adelante, ante el caudal de información aderezada con una inusual soledad de sus calles, con un aroma a tristeza que impostergable te restriega que, en estos momentos, todas las reglas han cambiado.<br />
Dos temas se mezclan de manera invasiva en un tejido social mexicalense que lucha por salir adelante, ante el caudal de información aderezada con una inusual soledad de sus calles, con un aroma a tristeza que impostergable te restriega que, en estos momentos, todas las reglas han cambiado.
Coronavirus y Constellation Brands acompañados de una consulta que subió el volumen de las voces sociales que surgieron desde hace tres años.
Un largo proceso, en donde se ha vivido de todo, desde manifestaciones, cierre simbólico de la empresa cervecera, juicios, audiencias y hasta encarcelamiento de activistas.
Fracasan los analistas que pretenden ver esta consulta y sus resultados en un plazo de tiempo reducido, sólo bajo el manto político, económico, que pretende menospreciar la movilización independiente y llena de rabia, en plena furia de la naturaleza, que ante el coronavirus, nos exige que le hablemos con la verdad.
Fueron grupos de ciudadanos que reaccionaron por el impulso del miedo a la pérdida del agua, que los llevó a formalizar a su enemigo. La cervecera era el enemigo visible, el insaciable dragón que llegó a tomarse el líquido destinado a su uso doméstico y de producción de alimentos.
Verdad pública, que junto a la señalada entrega de permisos para construcción con olor a corrupción en la anterior administración estatal de kiko Vega, se mantuvieron hasta el fin, en el mismo escenario de los días 21 y 22 de marzo, días de la consulta ciudadana, en plena pandemia.
En la otra esquina estaban los temas de la futura pérdida de inversiones extranjeras y de los empleos. Puntas que languidecieron ante el bien humano llamado agua.
El miedo a perder el líquido y la corrupción asociada a Kiko. Ninguno de los dos males se quitaron de la mente de los mexicalenses, que salieron a votar, sin tapabocas materiales ni sociales.
Llegaron en familia, con amigos, solos, pero también en grupos pagados por empresarios, por intermediarios de la cervecera, por quienes veían un gran negocio al que le salían alas, que se movilizaron, pero mal, porque tal parece que pagaron 300 pesos por un voto que fue en contra de ellos mismos.
Reducir el resultado de la consulta de la Constellation en pleno Coronavirus a una lucha político económica, es no entender, de nuevo, a una población pensante, que no se deja manipular.
Un valle mexicalense que se volcó en contra de la empresa cervecera, que era apoyada por empresarios, funcionarios, autoridades actuales y pasadas, dirigentes de cámaras empresariales.
El poderoso caballero Don Dinero no podía contra un escenario construido en tres años, no ahorita, de escasez de agua y corrupción.
Surgirán figuras con intereses político electorales para intentar llevar agua a su molino, impensable que no suceda. Pero mucho ojo, si detrás de ellos están los mismos partidos carroñeros de siempre, el resultado les será adverso, desde ahorita lo podemos señalar.
La empresa fabricante de la cerveza Corona, sucumbió, en pleno Coronavirus, pese al discurso del miedo, la pandemia, el dinero, pero ante una ciudadanía robustecida, mayor de edad.
Leamos sociológicamente ese comportamiento ciudadano. Para que después los políticos e incluso algunos representantes de medios de comunicación no se digan sorprendidos porque no ganaron una elección o no aumentaron sus rating, al paso de unos meses, cuando de Constellation sólo quede el olor a malta podrida.
La verdad sea dicha.
* La autora es directora del portal MF Noticias Mexicali.
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