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Deschavetado

A muchos se nos está yendo el avión por causa de la pandémica amenaza. El enclaustramiento en el que vivimos nos ha alterado los días y, sobre todo, las noches.

A muchos se nos está yendo el avión por causa de la pandémica amenaza. El enclaustramiento en el que vivimos nos ha alterado los días y, sobre todo, las noches. Esto que escribo lo hago a las 4:30 de la madrugada, sin que la causa sea el dichoso cometa que -dicho sea de paso- no descubrí cruzando cielo alguno.

Ante ello, me terapeo: ¡Tranquilízate! Y también me digo en tono conciliador: “Esto no puede durar toda la vida”, aunque literalmente ya se la ha quitado a cientos de miles en el mundo. Y de nuevo me inquieto pensando que existen quienes afirman que este desbarajuste colosal es un cuento chino o una maquiavélica conspiración para después poder vender vacunas como si fuera pan caliente.

Punto y aparte. Lo cierto es que desde hace mucho estoy medio deschavetado; sin embargo, ahora también lo están muchos de los más sensatos de mis congéneres. La incertidumbre de la pandemia -ni duda cabe- altera el cerebro y yo, vivo de él. ¿Quién no? ¡Pues los hay!

Insisto, mi manera de ser y de estar en este planeta es la creatividad. Por eso, las alteraciones cerebrales nocivas me causan inquina, aversión, enojo y un severo “encabritamiento” que limita mi naturaleza creativa. ¡Ah!, ya sé, usted estará pensando que estar “medio lorenzo” es sano para un creativo.

Pues discrepo. La creatividad más efectiva es un forma de pensar deliberadamente disruptiva que se procesa con alta concentración, conocimiento y práctica para encontrar conceptualizaciones que impacten emocionalmente y “hagan entrar en razón” al público meta al que nos dirigimos.

El creativo completamente loco es un estereotipo ochentero totalmente pasado de moda. ¡Pero basta, ya me excedí! Porque mi intención era escribir sobre el estrés que me está causando el coronavirus sin haberme infectado. Ya que el estrés dispara la ansiedad, la depresión, el dolor de cabeza y la irritabilidad. También afecta los sistemas cardiovascular, digestivo, inmunológico, muscular, óseo, respiratorio, sexual (no lo quiera Dios) y espanta el sueño.

LA PALABRA DE HOY: DESCHAVETADO

En el “Diccionario Breve de Mexicanismos” de Guido Gómez de Silva, dice: deschavetado / deschavetada: des- igual a negación más chaveta: que indica clave, clavo, clavija por cabeza humana. O sea, que ha perdido la chaveta, la clave, la llave. Que está loco, pues. Lo de llave tiene sentido porque en italiano 'ciaveta' es el diminutivo de llave. Así, deschavetado se puede interpretar como “perder la llavecita del juicio”.

DE MI LIBRERO: EL CEREBRO DEL REY

Nolasc Ascarín, famoso neurólogo catalán especialista en el cerebro, nacido en 1948, ha escrito varios libros. Entre ellos, “El Cerebro del Rey”, mi favorito y de consulta permanente.

En el capítulo 4, Raíces de la Conducta, dice: “…una posible explicación del proceso depresivo vendría dada por el fallo en los sistemas de gratificación cerebral… también se expresa con ansiedad, insomnio, enfermedades digestivas, cardiacas, desajuste en la presión arterial”. Por eso, por daños y perjuicios emocionales y económicos demandaré al estrés. Y, mejor le paro, porque mi cabeza se acelera, estresa y deschaveta.

*El autor es profesor de Redacción Creativa en Cetys Universidad

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