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Con el pie izquierdo

Así entró como gobernador de Baja California Jaime Bonilla, no solo por su escaso carisma, sino por la trampa que, una vez ganada la contienda por el plazo de dos años, y antes de ganar la elección, quiso llevar a cabo, tratando de sobornar al Congreso del Estado para ampliar su gestión.

Así entró como gobernador de Baja California Jaime Bonilla, no solo por su escaso carisma, sino por la trampa que, una vez ganada la contienda por el plazo de dos años, y antes de ganar la elección, quiso llevar a cabo, tratando de sobornar al Congreso del Estado para ampliar su gestión por cinco. No lo logra, pero no quita el dedo del renglón. Una vez electo, “convence” a los legisladores, para que aprueben la famosa y escandalosa “Ley Bonilla”, que amplía el período a 5 años; reforma a todas luces inconstitucional cuyo veredicto final se encuentra en la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

A un mes de rendir protesta como gobernador, se descubre en su administración, la existencia de “moches” pedidos a empresarios de forma burda y descarada, para obtener beneficios en las contrataciones públicas, dando como consecuencia la renuncia de dos funcionarios del primer nivel, la Secretaria de Integración y Bienestar, y el Oficial Mayor de Gobierno, quedando pendientes las investigaciones y resoluciones para confirmar y deslindar responsabilidades, salpicando con este hecho también al Secretario General de Gobierno Amador Rodríguez Lozano, aún en funciones.

Una vez ya en el cargo, Bonilla acude a la Ciudad de México a entrevistarse con el titular del SAT, exigiendo las participaciones federales que seguramente pensó le daría su gran amigo AMLO, pero se topó con pared. El funcionario lo puso en su lugar, negándole cualquier favor especial, teniendo como respuesta por parte de Bonilla, una serie de insultos, conocidos y publicados a nivel nacional.

Sin los recursos que pensaba adquirir vía SAT se le ocurre entonces la gran idea de dónde sacarlos. Y lo más fácil, del pueblo. Acude a sus incondicionales legisladores de Morena, quienes el último día del año 2019, aprueban en lo oscurito de forma irregular e ilegal, una serie de nuevos impuestos y el incremento de otros tantos, para con esta carga impositiva, dar un paliativo a las finanzas del estado, claro, a costa de los bolsillos de los bajacalifornianos, esos que juró defender y gobernar con justicia.

Pero aún hay más: Además de los incrementos en los impuestos, también a iniciativa del gobernador Bonilla, los legisladores aprueban una reforma al artículo 49 de nuestra Constitución para permitir que el gobernador y los presidentes municipales, presenten informes mensuales de lo que están haciendo, con cargo al erario. Es decir, promocionan su imagen con nuestro dinero, violando el Artículo 134 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, que es el que regula la propaganda gubernamental y prohíbe la promoción de la imagen y nombre de los gobernantes.

Ofende a los empresarios, diciéndoles que lloran como puercos por el incremento de impuestos, en lugar de apoyar la inversión y el empleo para que nuestro Estado siga desarrollándose y sus habitantes tengamos los medios honestos de llevar lo necesario para mantener a nuestra familia. En lugar de unir, divide. Así, una tras otra. ¿Saben qué es lo bueno? Que él y su pandilla Morena solo fueron electos para gobernar dos años.

¡Mujer Mexicana forja tu Patria!



* La autora es consejera familiar.

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