¿Cómo va la economía?
Después de las drásticas caídas en la economía producto de la pandemia sufrida los últimos 2 años, se empiezan a ver los resultados dejados por esta catástrofe.
“Ningún problema económico tiene
una solución puramente económica.”
JOHN STUART MILL
Después de las drásticas caídas en la economía producto de la pandemia sufrida los últimos 2 años, se empiezan a ver los resultados dejados por esta catástrofe, pues en palabras de Warren Buffet, uno de los hombres más ricos del planeta: “sólo cuando baja la marea se sabe quién nadaba desnudo”.
Efectivamente, las crisis como la ocurrida, ponen a prueba nuestras fortalezas. Cuando las cosas van bien, generalmente los errores no pesan tanto, sin embargo, cuando llega una situación extrema como la que estamos viviendo, es cuando quedan al aire todas nuestras fallas.
En el caso de México, los resultados económicos así lo demuestran, la inflación para enero del 2022 se ubicó en 7.07%, considerada la más alta desde 2001 y debe prender focos de alerta ya que sus principales incrementos fueron en los rubros de alimentos y bebidas, con incrementos del orden del 11.91%, reflejando que el daño está afectando directamente a los bolsillos de las familias.
Tanto INEGI como Banco de México, confirman que al cierre del 2021 se contabilizan 2 trimestres con crecimiento negativo, lo que en palabras de los economistas evidencia una desaceleración económica que se traduce en recesión. Sin embargo, unida la recesión con la inflación que ya padecemos, configuran lo que se conoce como “estanflación” (estancamiento con inflación) fenómeno que no se daba en México desde hace décadas y que se manifiesta por una economía en “punto muerto”.
Se dice que el término fue acuñado en 1965 por el entonces ministro de Finanzas británico, Ian McLeod para explicar lo que ocurría en ese tiempo en un discurso en la Cámara de los comunes al mencionar: “We now have the worst of both worlds — not just inflation on the one side or stagnation on the other. We have a sort of ‘stagflation’ situation”.
El caso para México es complicado, pues además del crecimiento negativo en esos 2 trimestres, el promedio anual de crecimiento durante todo 2021 fue del orden del 5%, lo cual contrasta con la caída del 8.4% que experimentamos en 2020 y que nos ubica en niveles de actividad económica similares a las que tuvimos en el 2016.
Frente a todos estos nubarrones, tenemos el milagroso crecimiento en las remesas de connacionales a nuestro país, las han crecido como nunca, llegando a un 37.7% de incremento en el 2021, superando los 50 mil millones de dólares, el mas alto registrado.
Para el 2022, los escenarios consideran que será un año difícil, el Fondo Monetario Internacional redujo de 4% a 2.8% su perspectiva de crecimiento para México en este año, aunque la Secretaría de Hacienda todavía calcula un 4.1% de crecimiento anual.
La mayoría de los economistas consideran que el crecimiento económico no será alto debido, entre otras cosas, a que las principales obras de gobierno son solo un puñado (Aeropuerto de Santa Lucia, Tren Maya, Refinería Dos Bocas, etc.), además de que son construidas por el ejército mexicano, dejando poco margen a la iniciativa privada para la generación de mas empleos, inversiones y contratación de créditos bancarios para su desarrollo, temas que no ayudarán a detonar ese crecimiento que tanto está haciendo falta para salir del estancamiento.
Ojalá que el gobierno se disponga a invertir más en infraestructura para detonar el crecimiento que tanto requerimos.
*- El autor es asesor empresarial en cabildeo.
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