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Como anillo al dedo

Miren que “humanistas” resultaron las autoridades federales, seguramente muy preocupados por el bienestar de los trabajadores: El pasado 30 de Marzo publicaron un decreto en el que se establece que las empresas y comercios no esenciales deben parar sus actividades.

Miren que “humanistas” resultaron las autoridades federales, seguramente muy preocupados por el bienestar de los trabajadores: El pasado 30 de Marzo publicaron un decreto en el que se establece que las empresas y comercios no esenciales deben parar sus actividades. Hasta aquí muy bien, por la contingencia que estamos enfrentando, siendo lo mejor quedarnos en casa evitando mayores contagios y muertes.

Pero vamos a la segunda parte: En este decreto, que por cierto leyó Marcelo Ebrad no Olga Sánchez, se exige que los dueños de los negocios, paguen a sus empleados sueldo íntegro o los liquiden conforme a la ley. De no hacerlo, habrá responsabilidades penales para los dueños de las empresas.

Si los negocios, restaurantes, pequeñas y medianas empresas cierran, no habrá ingresos. ¿De donde van a sacar para pagar sueldos, renta, luz, impuestos, etc.? Lo lógico es que si a un gobierno le interesan en verdad los trabajadores, sea solidario con los patrones, difiriendo impuestos o suspendiendo pagos de servicios como lo están haciendo mandatarios de otros países.

El mes pasado, en la República del Salvador su presidente Nayib Bukele, para enfrentar esta pandemia, otorgó estos apoyos especiales a micro y medianas empresas de su país: Suspendió por tres meses el pago de energía eléctrica, la cuota del agua, teléfono, cable e Internet. Suspendió también pagos de créditos de las casas comerciales y de venta de carros o motos. Congeló los créditos hipotecarios y créditos personales de tarjetas de crédito, durante tres meses igual que el pago de alquileres, diluyendo el importe pendiente, en los meses restantes del contrato sin intereses.

En México a López Obrador los empresarios le han pedido diferir dos meses el pago de impuestos, a las micro y medianas empresas, para apoyarlos a continuar a flote. Ellas representan el 90% del total de empresas. No piden la condonación de impuestos, solo diferirlos para poder pagar el sueldo a sus empleados. AMLO hasta el momento se los ha negado, diciéndoles que el gobierno solo les prestará de 10 a 25 mil pesos. Esto es obviamente insuficiente. Tal parece que AMLO está más interesado en dar más dinero a los programas sociales clientelares que no le ofrecen ningún beneficio a México, que apoyar a las empresas para que millones de mexicanos conserven su trabajo.

Ha llamado mucho la atención el que esta semana López haya declarado en una de sus mañaneras algo de no creerse: Que esta crisis del Covid-19 le cayó como anillo al dedo para afianzar su propósito de la 4ª. Transformación. ¿Cuál es ese propósito? ¿El cierre de empresas, la debacle económica, y todo lo que vamos a enfrentar? ¿El desempleo de millones de mexicanos que viven al día, el sufrimiento y la desesperación de no poder mantener a sus familias?

Si de esto se trata la 4ª.Transformación, López Obrador tiene toda la razón. ¡El Coronavirus le cayó a este gobierno, como anillo al dedo. Y nosotros los ciudadanos, ¿lo vamos a permitir?

¡Mujer mexicana forja tu Patria!





* La autora es consejera familiar.

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