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Chocolate

La civilización actual probó el chocolate primero como una bebida amarga que proporcionaba energía y solo miles de años más tarde en la forma de un dulce sólido.

La civilización actual probó el chocolate primero como una bebida amarga que proporcionaba energía y solo miles de años más tarde en la forma de un dulce sólido, cuya forma actual es más degustada y consumida en nuestros días. El chocolate tiene su origen en México, donde el dios Quetzalcóatl regaló, según cuenta la leyenda, el árbol de cacao a los hombres, que años después se bautizaría con el nombre científico Theobroma Cacao, que significa en griego “alimento de los dioses”. El chocolate se elabora a partir del frijol de cacao el cual se obtiene de una mazorca del árbol del cacao, el chocolate se utilizaba como una bebida ceremonial en las civilizaciones Maya, Tolteca y Azteca, fueron los mayas quienes hace unos 2,000 años lo utilizaron como alimento y moneda, por lo que era un símbolo de poder y riqueza. Ellos fueron los primeros en tostar el grano y quienes desarrollaron la técnica para molerlo para obtener un polvo. Este conocimiento lo adquirieron los aztecas, al grado de exigir cacao como impuesto a los pueblos que dominaban. Su consumo gastronómico y medicinal fue exclusivo de las clases privilegiadas, pues el grano tenía un valor muy elevado como moneda. El cacao fue tan importante en la época prehispánica que existieron varios mitos y cultos divinos relacionados con él. Siempre fue una bebida ritual y no una golosina. Las antiguas civilizaciones mayas y aztecas tostarían y molerían granos de cacao para hacer una bebida espumosa que incluía otras especias. También creían que las cosechas tenían características mágicas y las usaban en rituales sagrados. Fue de los pocos frutos que, por sus virtudes y sabor fueron bien acogidos por los conquistadores y evangelizadores españoles, quienes hablaron de él con aprecio, los aztecas llamaron a su bebida xocoatl cuyo significado es agua amarga. En el siglo XV Cristóbal Colon lo llevo a Europa y la bebida conocida como cocoa fue mezclada con generosas cantidades de azúcar y se volvió una sensación en la corte real de España a tal grado que el Rey Fernando dio la orden que nadie hablara de la bebida y mucho menos de su forma de elaboración so pena de muerte, dicho secreto fue guardado celosamente por más de 100 años. Después apareció en Italia, Francia e Inglaterra. Fue hasta el siglo 19 que el chocolate permaneció como una bebida, en 1849. El chocolate se mantuvo como un secreto aristocrático hasta 1828 cuando un químico alemán encontró una manera de pulverizar el cacao, eliminando su amargura y creando la forma sólida de chocolate como la conocemos a día de hoy. Daniel Peter de Suiza le agrego leche en polvo y azúcar al chocolate obteniendo una barra de chocolate con leche la cual hoy domina en el mundo. Hoy los dulces de chocolate solamente tienen menos del 15 % de chocolate y solamente el 20 % de leche en polvo. Es una lástima que en nuestro país las principales chocolateras tradicionalmente mexicanas hayan sido vendidas a grandes empresas extranjeras, es triste saber que los chocolates Carlos V y Abuelita ya no son mexicanos, son suizos. El mismo camino han seguido el tequila y la cerveza, lo anterior es solo un ejemplo de cómo hemos ido perdiendo nuestra identidad como país, será porque todas las grandes marcas de productos mexicanos fueron empresas mexicanas familiares y que años después en manos de sus herederos ya no quieren seguir con la tradición familiar de generar empleo y ser partícipes del desarrollo del país, se sentirán cómodos vendiendo las empresas que les fueron heredadas, ya solo falta que las huertas de aguacates del estado de Michoacán y las de limón en Colima, sean vendidas a empresas trasnacionales.

*- El autor es ex presidente de la Federación de Colegios de Ingenieros Civiles de la República Mexicana.

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