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Calidad de los pavimentos

Conocidas son las obras de los romanos; los lagos que ahondaron o cambiaron de curso, las colinas que hicieron desaparecer.

Conocidas son las obras de los romanos; los lagos que ahondaron o cambiaron de curso, las colinas que hicieron desaparecer, la montaña que por orden de Vespasiano cortaron en la vía Haminia, en un espacio de trescientos cincuenta metros de longitud y cuya inscripción subsiste todavía.

Casi todas las obras viales de Roma se elevaban un metro sobre sus cimientos y cuando encontraban un pantano que interrumpía el camino lo cegaban; cuando encontraban algún sitio montañoso le unían al camino por medio de una suave pendiente y sostenían en muchas partes dichos caminos con murallas.

Encima de ese metro colocaban grandes piedras talladas, mármoles de 30 cms de espesor que con frecuencia tenían tres metros de longitud, trabajándolos por su parte superior para que no hicieran resbalar a los caballos que caminaban sobre ellos.

No sabemos qué es más admirable, si la utilidad, la magnificencia o el mantenimiento de los caminos romanos. Un motivo importante de por qué las calzadas romanas eran tan duraderas, era el cuidado que pusieron en el diseño y ejecución de un sistema de drenaje pluvial.

La sección tipo de una calzada romana se hallaba integrada por un cimiento de piedras planas o statumen, una capa formada por ripios y detritus de cantera, llamada rudus, una capa intermedia de hormigón a base de piedra machacada y cal grasa, llamada nucleus y una capa de terminación, formada por un enlosado de piedra sellado con mortero de cal, denominada summum dorsum.

El término latino para esta cubierta era pavimentum, que hoy en día se conoce como pavimento. La calidad de las obras viales en México no es cosa de políticos, ni de andar tapando baches para las redes sociales, no se puede dilapidar el dinero público en pavimentos económicos ni en paliativos costosos en una superficie de rodamiento en una estructura de pavimentos fracturada que ya cumplió su vida útil o construir losas de frenado de concreto, es como tratar de reparar un edificio dañado estructuralmente con pintura antisísmica, esto es un tema de técnicos, de geólogos, de ingenieros civiles, de expertos en mecánica de suelos, de proyectos ejecutivos elaborados por personas con conocimiento en la infraestructura carretera o urbana, de empresas constructoras con experiencia en las mismas, de laboratorios de control de calidad, de diseñadores de pavimentos flexibles o rígidos, no se puede ni se debe seguir construyendo al ahí se va.

No es posible ver obras recién inauguradas con problemas evidentes en las estructuras de los pavimentos, en puentes, en alcantarillas, en los taludes, en los drenajes pluviales, ninguna infraestructura vial podrá cumplir su vida útil sino cuenta con un drenaje pluvial eficiente y duradero.

Por supuesto una obra de calidad tiene su costo, Baja California cuenta con una normatividad en materia de obras viales, esta normatividad debe empezar aplicarse de inmediato si queremos obras con calidad y durabilidad y su ámbito debe ser general, es decir tanto para las obras públicas como para las obras privadas (que en algún momento se volverán públicas en el caso de los fraccionamientos), las dependencias del sector público y las empresas que principalmente se dedican al desarrollo de vivienda o parques industriales y que ejecutan obras viales deben contemplar en sus costos los proyectos ejecutivos, la verificación de la calidad de las obras, el constructor su control de calidad y sus procedimientos constructivos con equipo de construcción en excelentes condiciones, contar con topógrafos e ingenieros civiles como supervisores capacitados y certificados, ya es tiempo de que en Baja California se realice una cruzada por la calidad y durabilidad de las obras y que estas perduren como las de los romanos.

*- El autor es ex presidente de la Federación de Colegios de Ingenieros Civiles de la República Mexicana.

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