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Ayer soñé

Ayer soñé que hoy miércoles amanecíamos con la noticia de que el país mas poderoso del mundo, tenía por segunda vez en su historia, un presidente católico, que llevaba como vicepresidenta a una mujer afrodescendiente de gran inteligencia y posible candidata a la Presidencia de los Estados Unidos en 4 u 8 años más.

“En la adversidad una persona es salvada por la esperanza.”

Menandro de Atenas

Ayer soñé que hoy miércoles amanecíamos con la noticia de que el país mas poderoso del mundo, tenía por segunda vez en su historia, un presidente católico, que llevaba como vicepresidenta a una mujer afrodescendiente de gran inteligencia y posible candidata a la Presidencia de los Estados Unidos en 4 u 8 años más.

Ayer soñé que, de los 538 votos del Colegio Electoral, el candidato ganador, obtenía mas de 270, pero que además obtenía la mayoría en la Cámara de Representantes y en el Senado Norteamericano.

También soñé que de los mas de 62 millones de afroamericanos y latinos con derecho a voto, la mayoría salió a votar y lo hicieron por el candidato demócrata de 77 años que defiende a las minorías raciales en Estados Unidos, pues en ese país, a diferencia de México, siempre han padecido un odio racial a ultranza y prueba de ello son los asesinatos de Abraham Lincoln en 1865, John F. Kennedy en 1963, sin olvidar a Malcom X, asesinado en 1965 y desde luego Martin Luther King, fallecido en 1968 y quien obtuvo el Premio Nobel de la Paz por su labor en contra de la segregación racial a través de medios no violentos.

Ayer soñé además que se había vencido al peligroso “Nativismo”, que es esa ideología o pensamiento político y social que busca privilegiar a los nacidos en el país de que se trata. Es pues una de las expresiones del nacionalismo demográfico donde los extranjeros nunca son bien recibidos, al considerarlos distintos a ellos, por origen geográfico, racial, religión o cualquier otro rasgo socioeconómico.

El nativismo ha estado presente en muchos países. En Estados Unidos data desde sus orígenes independientes, a pesar de que los “padres fundadores” (John Adams, John Jay, Benjamin Franklin, James Madison, Alexander Hamilton, Thomas Jefferson y George Washington) citaban en sus discursos a Rousseau, Montesquieu, Locke y a otros autores liberales, los norteamericanos originales eran tremendamente elitistas.

Efectivamente, los protagonistas de la lucha independentista, eran, sobre todo, hombres blancos con propiedades, que se rebelaron en contra de los impuestos que imponía la Corona, pero dejando de lado a las mujeres y a las personas de color, pues solo los blancos podrían hacer de los Estados Unidos “una gran nación”.

Finalmente, ayer soñé que por quinta ocasión, en los Estados Unidos y desde 1900, un presidente no lograba su reelección, siendo el primero Herbert Hoover, quien en 1932 perdió frente al demócrata Franklin D. Roosevelt, producto de su pésima actuación frente a la Gran Depresión de 1929. El segundo fue Gerard Ford que suplió a Nixon, quien renunció en 1974 y solo 2 años más tarde perdió la reelección. El tercero fue Jimmy Carter de gris recuerdo y que perdió en 1980 y el último de ese siglo fue Bush papá que perdió ante Clinton, sin embargo, en mi sueño, Trump era el quinto en lograr ese mal antecedente.

Me queda claro que las relaciones con México no serán peores de lo que han sido en los últimos años. Recordemos lo que dijera el ex embajador mexicano en la ONU, Adolfo Aguilar Zinser, que: “México es el patio trasero de Estados Unidos”, pero el mundo será mejor si mi sueño se convierte en realidad.

*- El autor es asesor empresarial en cabildeo.

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